• Trump defiende a racistas: No todo fue culpa de neonazis
Publicada: miércoles, 16 de agosto de 2017 0:44
Actualizada: miércoles, 16 de agosto de 2017 3:51

El presidente de EE.UU., en defensa de los supremacistas blancos, afirma que las dos partes de los choques en Chalosttesville son responsables de la violencia.

“No todos eran neonazis. No todos eran supremacistas blancos”, ha indicado este martes el mandatario estadounidense, Donald Trump, en alusión a la violencia desatada el pasado sábado tras una marcha de grupos racistas y neonazis en la oriental ciudad de Charlottesville (Virginia), con un saldo de un muerto y 34 heridos.

Trump ha indicado que había mucha gente del grupo que participaba en el mitin Unir a la derecha “inocentemente y muy legalmente, que tenían permiso”, pero también había otro que no, según recoge la agencia AP.

“¿Y qué hay de la izquierda alternativa que cargó contra, como ustedes dicen, la derecha alternativa? ¿No tienen siquiera algo de culpa?”, ha matizado durante su rueda de prensa, remarcando que “cargaron con garrotes en las manos”.

De este modo, culpa también de los incidentes a los grupos de izquierda que se movilizaron en la zona para enfrentar a los supremacistas blancos y seguidores del Ku Klux Klan (KKK), que se habían congregado para protestar contra la retirada de la estatua del general confederado Robert E. Lee, quien capitaneó a las tropas esclavistas del sur en la guerra civil estadounidense del siglo XIX.

Las protestas derivaron en enfrentamientos y terminó con un ataque terrorista cometido por un conductor que embistió con su coche, de manera intencionada, contra una multitud de manifestantes contrarios a los derechistas. El hecho acabó con la vida de una mujer y dejó decenas de heridos.

No todos eran neonazis. No todos eran supremacistas blancos”, señaló el presidente de EEUU, Donald Trump.

 

Trump formula estas polémicas declaraciones en defensa de los racistas pese a la lluvia de críticas que recibió por su demora en pronunciarse para condenar el acto terrorista y el despliegue de fuerza y violencia de la ultraderecha en sus primeras declaraciones hechas el sábado.

Los dirigentes de ambos partidos políticos mayoritarios, los republicanos y los demócratas, insisten en que los supremacistas blancos y otros sectores racistas deben ser acusados y condenados.

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