• El sistema antimisiles de Israel dispara para interceptar misiles iraníes sobre Tel Aviv, 13 de junio de 2025. (Foto: AP)
Publicada: martes, 30 de diciembre de 2025 6:25

Israel y EE.UU. podrían no estar preparados para otro eventual conflicto con Irán debido al agotamiento de sus arsenales de interceptores, estiman expertos.

Al abordar el lunes las preocupaciones de expertos en asuntos militares sobre la escasez de los misiles interceptores para sistemas de defensa de Israel y Estados Unidos, el diario israelí Times of Israel, citando expertos, advirtió de que una nueva guerra podría encontrar a la entidad hebrea menos preparada para defenderse de la enorme capacidad de misiles de Teherán que en la ronda de combates de 12 días de junio.

Según el informe, el conflicto de junio expuso no solo la magnitud de la capacidad misilística iraní, sino también los límites de las defensas desplegadas contra ella.

El reporte hace referencia a la rápida reconstrucción de las defensas de Irán y la capacidad misilística del país mientras revela que Israel, y su principal aliado Estados Unidos, siguen limitados por el agotamiento de sus arsenales de interceptores y los largos plazos de producción, una dinámica que, según los expertos, podría alterar fundamentalmente el próximo enfrentamiento.

Mientras las autoridades iraníes aseguran que las capacidades militares del país superan a las de la guerra de la primavera, un reciente informe de NBC News admitió el acelerado avance militar del país persa, alertando que su producción podría alcanzar hasta 3000 misiles al año.

El escudo de Estados Unidos se debilita

Los expertos advierten que el desequilibrio más importante podría estar en el lado defensivo de la ecuación. El reporte detalla que, durante la guerra impuesta de junio por Israel a Irán, las fuerzas estadounidenses dispararon entre 100 y 150 misiles interceptores del Sistema de Defensa Terminal de Área a Gran Altitud (THAAD), con un costo estimado de 12,7 millones de dólares cada uno, en un intento de proteger a Israel de los masivos ataques con misiles y drones de Irán.

Según se informa, el total consumió aproximadamente una cuarta parte de las reservas de interceptores THAAD de EE.UU. durante los 12 días del conflicto. Además del THAAD, se informó que las fuerzas estadounidenses dispararon alrededor de 80 interceptores RIM-161 Standard Missile-3 desde buques, lo que significa que más de la mitad de todas las intercepciones fueron aparentemente gracias a Washington.

 

Sin embargo, decenas de misiles atravesaron la defensa multicapas de Israel, causando daños a importantes complejos energéticos e instalaciones militares del régimen.

“Tanto Israel como Estados Unidos utilizaron una cantidad inmensa de sus reservas de interceptores [] aún estamos muy lejos de reponerlas para recuperar lo que teníamos antes”, dijo Ari Cicurel, director asociado de política exterior del Instituto Judío para Asuntos de Seguridad Nacional (JINSA), a Times of Israel.

Cicurel calificó de “una preocupación muy real” la posibilidad de que Israel no podría volver a contar con el mismo nivel de apoyo de defensa aérea estadounidense en un eventual enfrentamiento debido a las limitaciones de interceptores.

Guerra de junio dejó una dura lección para Israel y EEUU

Conforme a Cicurel, los combates de junio dejaron una dura lección tanto para Israel como para sus aliados: “Lo que teníamos antes no es suficiente; esa base no es suficiente”.

Ante la escasez de interceptores el Departamento de Guerra de EE.UU. (el Pentágono) “ha comenzado a buscar un aumento de la producción”, lo que refleja la creciente preocupación de que las tasas de producción actuales no se adapten a los conflictos modernos con gran cantidad de misiles.

The Wall Street Journal informó en septiembre que el Pentágono estaba presionando a los fabricantes de misiles para que aumentaran la producción a un ritmo sin precedentes, instándolos a duplicar o incluso cuadriplicar su producción.

Sin embargo, el reporte indica que incluso si EE.UU. pudiera reponer significativamente su inventario de interceptores THAAD antes de otro eventual conflicto con Irán —una posibilidad que se considera ampliamente improbable—, Israel podría no estar en condiciones de asumir el mismo nivel de apoyo estadounidense debido a las prioridades que otorga Washington a otras regiones, entre ellas China y Venezuela.

La guerra de 12 días estalló el 13 de junio cuando Israel atacó instalaciones militares, nucleares y civiles en Teherán y otras ciudades, lo que dejó alrededor de 1100 muertos, entre ellos varios altos mandos militares y destacados científicos nucleares iraníes. A los ataques israelíes se unió una semana después Estados Unidos, bombardeando tres sitios nucleares clave.

Irán respondió la agresión con fuerza lanzando cientos de misiles balísticos y drones contra objetivos estratégicos israelíes en los territorios ocupados en el marco de la operación ‘Verdadera Promesa III’, así como la base aérea de Al-Udeid en Catar, la mayor base militar estadounidense en Asia Occidental.

El 24 de junio, Irán, mediante sus exitosas operaciones contra el régimen israelí y Estados Unidos, logró detener el asalto ilegal, imponiendo un alto el fuego a los agresores.

ftm/ncl