• El portavoz principal de las Fuerzas Armadas de Irán, el general de brigada Abolfazl Shekarchi.
Publicada: miércoles, 17 de diciembre de 2025 22:57

Las Fuerzas Armadas de Irán asestaron un golpe decisivo a la red de espionaje israelí-estadounidense y la desmantelaron en gran medida durante la agresión de junio.

El portavoz principal de las Fuerzas Armadas de Irán, el general de brigada Abolfazl Shekarchi, en referencia a la guerra de doce días iniciada por Israel y secundada por Estados Unidos contra la nación persa en junio pasado, ha dicho que Washington y el régimen de Tel Aviv incurrieron en graves errores de cálculo, al confiar en sus redes de espionaje y en un mando directo estadounidense, convencidos de que el sistema de gobernanza iraní colapsaría tras los primeros ataques. Sin embargo, ha subrayado, la realidad sobre el terreno demostró que la voluntad nacional del pueblo iraní es inquebrantable.

El portavoz ha señalado que, durante el conflicto, se desplegó toda la capacidad militar de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) junto con su equipamiento más avanzado, como parte de una estrategia integral de guerra híbrida contra Irán. “El enemigo entró en el campo de batalla con una evaluación errónea”, ha remarcado.

“A pesar del martirio de los comandantes y los daños iniciales, el vacío de mando se llenó rápidamente. A las pocas horas de la defensa, comenzó la ofensiva continua de Irán, aumentando su poder operativo día a día y dejando al enemigo en una confusión absoluta”, ha destacado.

Según el general, la incapacidad del enemigo para alcanzar sus objetivos estratégicos —entre ellos el cambio de régimen y la desintegración de Irán— los llevó a un punto en el que “rogaban” por el fin de la guerra, lo que desembocó finalmente en una declaración unilateral de alto el fuego por parte de los agresores.

 

Shekarchi ha indicado como resultado sobresaliente de esta resistencia el fortalecimiento de la estabilidad interna y el aumento de la confianza nacional. “El poder de Irán se ha convertido ahora en una convicción internacional”, ha sostenido.

“Por primera vez, todos los componentes de la guerra híbrida fueron utilizados contra nosotros, y demostramos que, con cohesión nacional y apoyándonos en el pueblo, podemos superar cualquier conspiración”, ha denunciado.

Asimismo, ha resaltado que Irán ha salido fortalecido del conflicto, con sus líneas de producción de armamento más activas que nunca.

“El enemigo se desplaza hacia la guerra cognitiva”

Mientras ha celebrado la victoria militar y de inteligencia, el general Shekarchi ha advertido que el enemigo ha cambiado su enfoque de la confrontación militar hacia la guerra cognitiva y blanda.

El alto mando militar ha alertado de que la captura de las mentes es más peligrosa que un ataque militar, ya que su objetivo es distorsionar las percepciones y los cálculos de la población. En este sentido, ha exhortado a la nación a mantener la vigilancia y a no reproducir la retórica del enemigo. “El enemigo busca debilitar a Irán, cuando Irán no es débil; lo único que hace el enemigo es ocultar sus debilidades fundamentales mediante maniobras mediáticas”, ha subrayado.

 

Shekarchi ha concluido resaltando que la República Islámica posee la ciencia, la experiencia y la capacidad necesarias para gestionar la guerra blanda y convertir estas amenazas en oportunidades y ha expresado su confianza en que la Revolución Islámica alcanzará plenamente todos sus ideales, mientras que sus enemigos se encaminan hacia un colapso inevitable.

La guerra de 12 días estalló el 13 de junio, cuando Israel lanzó una agresión flagrante y no provocada contra Irán, atacando infraestructuras civiles, militares y nucleares del país, lo que dejó cientos de mártires, incluyendo altos mandos militares, científicos nucleares y civiles. Más de una semana después, Estados Unidos se sumó a la ofensiva, bombardeando tres sitios nucleares clave del país.

En represalia a las agresiones, las Fuerzas Armadas iraníes atacaron sitios estratégicos en los territorios ocupados palestinos, así como la base aérea de Al-Udeid en Catar, la mayor instalación militar estadounidense en Asia Occidental, en el marco de la operación “Verdadera Promesa III”, lo que obligó a los agresores a aceptar un alto el fuego el 24 de junio.

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