El sitio web estadounidense Grayzone ha informado que una extensa investigación ha identificado una instalación subterránea, llamada ‘Site 81’, un centro de comando y control de inteligencia conjunto estadounidense-israelí, ubicada debajo del complejo residencial ‘Da Vinci’ en un barrio densamente poblado en el centro de Tel Aviv.
Según documentos, correos electrónicos filtrados e informes de medios israelíes, el centro tiene aislamiento electromagnético y medidas de seguridad muy estrictas, y fue construido con apoyo financiero de Estados Unidos como parte de un plan de desarrollo que cubre un área de unos 6000 metros cuadrados.
Grayzone afirma que, tras el impacto de los misiles iraníes, las autoridades israelíes establecieron de inmediato un amplio cordón de seguridad en la zona y prohibieron a los periodistas acercarse o fotografiar los daños, especialmente en los alrededores de la sede del ministerio de asuntos de guerra y el cercano complejo Azrieli.
El informe afirma que el ‘Site 81’ probablemente esté conectado a un antiguo centro de mando, llamado “El Pozo”, que posteriormente se transformó en un complejo subterráneo más avanzado, de nombre “Fortaleza de Sión”.
Esta revelación llega en un momento en que el régimen israelí ha sido acusado reiteradamente de ocultar sus instalaciones militares en zonas civiles y de acusar a sus rivales de utilizar “escudos humanos”, una conducta que se considera una clara violación del derecho internacional humanitario.
Los expertos citados por The Grayzone enfatizan que el descubrimiento de un emplazamiento militar subterráneo con apoyo estadounidense en una zona urbana poblada difumina aún más la línea entre objetivos civiles y militares. Señalan que, de confirmarse, esta revelación podría plantear serias preocupaciones jurídicas y éticas en virtud de las Convenciones de Ginebra, en particular en lo que respecta a la protección de los no combatientes durante los conflictos armados.
Hasta el momento, las autoridades israelíes se han negado a hacer comentarios sobre el informe, mientras que los funcionarios estadounidenses también se han abstenido de confirmar o negar cualquier participación en la construcción u operación del ‘Site 81’.
La guerra de 12 días entre Israel e Irán estalló el 13 de junio, cuando el régimen lanzó una agresión flagrante y no provocada contra Irán, atacando las infraestructuras civiles, militares y nucleares del país persa.
En represalia a las agresiones, las Fuerzas Armadas iraníes atacaron sitios estratégicos en los territorios ocupados palestinos, en el marco de la operación “Verdadera Promesa III”, lo que obligó a los agresores a aceptar un alto el fuego el 24 de junio.
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