El jefe del estado mayor de Israel, Gadi Eizenkot, declaró el martes que el ataque de Irán a Daesh envió un “mensaje” a todo el mundo: Irán está preparado para emplear sus misiles balísticos.
A pesar de que el militar del régimen de Tel Aviv reconoció la preparación de los misiles iraníes para ser lanzados, alegó que el “logro operacional” de este ataque fue exagerado en los medios de comunicación.
A continuación, Eizenkot manifestó que la República Islámica de Irán busca fabricar misiles más avanzados, ya que, a su juicio, esto es parte de su plan para obtener la “hegemonía regional” en el Oriente Medio.
Las fuerzas de la División Aeroespacial del Cuerpo de los Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) atacaron el domingo desde el suelo iraní posiciones de EIIL en la ciudad siria de Deir al-Zur (este).
El CGRI aseguró que se trata de una medida de represalia a los atentados perpetrados el pasado 7 de junio por Daesh en la Asamblea Consultiva Islámica de Irán (Mayles) y el mausoleo del fundador de la República Islámica, el Imam Jomeini, ambos en Teherán (capital persa), que dejaron un saldo de 17 muertos y más de 50 heridos.
En las declaraciones pronunciadas en la conferencia anual de Herzliya, Eizenkot declaró que a lo mejor los atentados terroristas en Teherán sean el precio de la participación activa de Irán en Siria y sus acciones contra la banda terrorista takfirí EIIL.
Además, aprovechó el momento para referirse al acuerdo nuclear alcanzado en 2015 entre Irán y el Grupo 5+1 llamado el Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés), diciendo que pese a ello, Irán sigue siendo una amenaza para el régimen de Israel.
Por otra parte, el embajador iraní ante la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), Reza Nayafi, alertó el pasado viernes de las consecuencias negativas del programa nuclear del régimen israelí, subrayando que es fuente de preocupación para el conjunto de las naciones de la región.
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