El depuesto presidente boliviano, Evo Morales, y dirigentes de su formación política, el Movimiento al Socialismo (MAS), de los nuevos departamentos de Bolivia, se han dado cita este domingo en Buenos Aires, la capital argentina –donde el líder indígena está tramitando su condición de refugiado actualmente–, a fin de planificar su participación en los comicios que tendrán lugar próximamente en Bolivia.
El encuentro de la dirigencia del MAS ha comenzado por la mañana y, aunque se esperaba que participaran algunos de los cinco precandidatos presidenciales del partido, posiblemente aquellos que apoya el entorno de Morales, la reunión estuvo más centrada en los representantes de los departamentos y el único de los precandidatos que participa es el excanciller Diego Pary, uno de los dirigentes en Argentina.
El sábado, desde EE.UU., país presidido por Donald Trump, se hizo llegar una protesta al Gobierno argentino, encabezado por el nuevo mandatario, Alberto Fernández, por las actividades que realiza Morales en Argentina; y en una clara vulneración de la soberanía del país austral, pidieron a las autoridades argentinas que impidan que el susodicho haga política y “no abuse de su estatus” en ese país.
Sin embargo, en reacción a dicha acción injerencista, el canciller argentino, Felipe Solá, declaró que Buenos Aires no contestará a la petición de la embajada de EE.UU. y aseguró que no obstaculizará las actividades políticas del depuesto mandatario.
Iniciamos reunión con dirigentes nacionales, departamentales y regionales del MAS-IPSP, acompañados por algunos alcaldes y asambleístas para coordinar y convocar al Ampliado Nacional en enero 2020, donde se definirán los candidatos a Presidente y Vicepresidente de nuestro partido
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) December 29, 2019
El 12 de diciembre la autoproclamada presidenta de Bolivia, Jeanine Áñez, urgió, a su vez, a Argentina a que se ciñera al estricto cumplimiento de las normas internacionales sobre la concesión de asilo y refugio político en el caso del líder indígena, en particular en lo relacionado con el proselitismo político de Morales, quien dijo en Twitter que su traslado a Buenos Aires era “para seguir luchando por los más humildes y para unir a la Patria Grande (las naciones hispanoamericanas)”.
Previamente, el depuesto presidente boliviano había explicado en su cuenta de la referida red social que el encuentro de esta jornada no definirá quiénes competirán en las elecciones, que podrían ser convocadas por el nuevo Tribunal Supremo Electoral para marzo o abril próximos.
Este mismo domingo, el expresidente indígena ha detallado que este encuentro fue organizado “para planificar y decidir, dónde y cuándo será el encuentro para elegir a candidatos a presidente y vicepresidente” rumbo a las elecciones en Bolivia, que el gobierno de facto anunció para 2020.
Una vez que la dirigencia del partido socialista defina cuándo y dónde será el congreso partidario, se coordinarán con las autoridades argentinas para conseguir las autorizaciones pertinentes, un proceso que seguramente estará marcado por la ya presente tensión política.
Morales, el primer presidente indígena de Bolivia desde 2006, tras una arremetida golpista de la oposición, que provocó una ola de protestas violentas contra su reelección en los comicios del 20 de octubre, renunció a su cargo el pasado 10 de noviembre para “preservar la paz en su país”.
Conforme a varios políticos y analistas, incluido el politólogo estadounidense Noam Chomsky, este golpe de Estado fue promovido por EE.UU., que, desde hace mucho tiempo, ansiaba expulsar a Morales y a su movimiento del poder, y fue el primer país en reconocer a Áñez.
El exmandatario boliviano, como jefe de campaña electoral de su partido, hace política desde Argentina y asegura que el MAS ganará las próximas elecciones y él volverá a Bolivia.
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