• Niños rohingyas en el campo de refugiados de Balukhali en Ukhia, Bangladés, 21 de julio de 2018.
Publicada: viernes, 27 de julio de 2018 1:56

Cerca de medio millón de niños rohingyas viven en campamentos expuestos a todo tipo de enfermedades en Bangladés, según un informe de la ONG World Vision.

Un total de 485 000 niños de la comunidad musulmana Rohingya viven hacinados en campamentos en los que los brotes de infecciones respiratorias, la difteria y el síndrome de ictericia aguda “ya son comunes”, ha alertado este jueves la organización en un comunicado.

“Durante la actual temporada de monzones, las letrinas inundadas y desbordadas están aumentando la propagación de enfermedades transmisibles y transmitidas por el agua”, reza la nota.

Asimismo, precisa que según los datos de varias agencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y el Gobierno de Bangladés, la desnutrición infantil es también “un problema crítico” entre los niños refugiados.

Durante la actual temporada de monzones, las letrinas inundadas y desbordadas están aumentando la propagación de enfermedades transmisibles y transmitidas por el agua”, dice la ONG World Vision sobre la situación de niños rohingyas en campamentos de refugiados en Bangladés.

 

Los resultados de los estudios muestran que el trece por ciento de esos niños, procedentes de Myanmar (Birmania), sufren desnutrición moderada y/o aguda, mientras que menos del diez por ciento de los niños de entre seis y 23 meses reciben una dieta mínima aceptable.

A este respecto, la asesora del Programa de Salud y Nutrición de World Vision, Colleen Emary, ha dicho que “el retraso en el crecimiento significa que significa que los niños están por debajo de la altura que les correspondería para su edad y quizás nunca se pongan al día”.

Luego de expresar su preocupación por la posibilidad de un brote de diarrea durante los monzones, ha indicado que los niños que están gravemente desnutridos tienen casi un doce por ciento más de probabilidades de morir que un niño sano, si contraen una infección o enfermedad.

Más de 700 000 rohingyas han huido a Bangladés desde agosto de 2017, cuando el Ejército birmano intensificó sus ataques contra esta población, y quemó cientos de viviendas y aldeas enteras de los musulmanes en el estado de Rajine. Las Naciones Unidas consideran una “limpieza étnica” el trato que Myanmar brinda a los rohingyas.

En Bangladés, un grupo de abogados está presionando para llevar al Ejército de Myanmar ante la Corte Penal Internacional (CPI) por la violencia que ejerce contra los rohingyas.

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