El domingo, las fuerzas del régimen israelí le dispararon en la cabeza a un joven palestino y le arrebataron la vida durante una redada de las fuerzas israelíes en la ciudad de Nablus (en la ocupada Cisjordania), donde, además, otros cinco palestinos resultaron heridos.
“El crimen cometido contra el joven palestino en Nablus es espantoso y refleja la doctrina del asesinato que articula la ideología y el comportamiento de los líderes del establecimiento militar de la entidad ocupante [israelí]”, ha aseverado este lunes el primer ministro palestino, Muhamad Shtayeh, mediante un comunicado.
En este contexto, ha pedido a las organizaciones pro derechos humanos que condenen el asesinato, que se considera uno más de los “muchos crímenes de la ocupación” contra el pueblo palestino, ha detallado la agencia oficial de noticias palestina Wafa.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Palestina, por su parte, ha hecho eco de la denuncia de este reciente “crimen” del régimen usurpador, insistiendo en que se trata de “un episodio de la serie de ejecuciones sobre el terreno” llevadas a cabo por las fuerzas israelíes.
Conforme a una nota emitida por la Cancillería palestina, el régimen de Tel Aviv permite y facilita “que sus soldados y fuerzas disparen” contra los palestinos, a quienes los tratan como su “objetivo de práctica” y matan “sin conciencia, moral o ley”.
De este modo, ha responsabilizado plenamente al régimen de Tel Aviv por tales crímenes y afirmado que estos actos reflejan la “cultura racista de la ocupación que domina los centros de toma de decisiones” de Israel.
Asimismo, ha solicitado a la Corte Penal Internacional (CPI) que acelere su investigación sobre los crímenes de guerra del régimen ocupante, en un intento por obligarlo a detener de inmediato las violaciones perpetradas por sus fuerzas y colonos.
Tras la matanza del joven palestino de 31 años, identificado como Yamil Kayal, la ciudad de Nablus ha sido en esta misma jornada testigo de una huelga general en protesta contra los crímenes protagonizados por Israel en contra del pueblo palestino, cuyos territorios comenzaron a ser restringidos por asentamientos ilegales desde 1967.
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