El primer ministro del régimen de Israel, Naftali Bennett, ha defendido este domingo a los agentes israelíes quienes asesinaron el sábado a un joven palestino, identificado como Muhamad Shawkat Salima, después de que le dispararon al palestino a quemarropa, que queda tendido en el piso cerca de la Puerta de Damasco en las afueras de la Ciudad Vieja de Al-Quds (Jerusalén).
Al elogiar la “actuación rápida y decidida” de los agentes contra el joven, de 25 años, ha subrayado que los israelíes “actuaron de forma excelente, como se requiere de una situación operacional como esa”.
Dado que los informes israelíes alegaron que el hombre había intentado apuñalar a un colono y a los agentes de policía israelíes en el lugar antes del incidente, el premier ha indicado que los soldados “neutralizaron” al agresor.
No obstante, el grupo de derechos humanos israelí B'Tselem ha criticado el lenguaje de las autoridades israelíes, aseverando que “no fue neutralizado, sino que fue ejecutado sumariamente”.
Es más, el ministro de cooperación regional israelí, Issawi Frej, del partido de izquierda Meretz, también ha condenado el suceso, argumentando que no se debe disparar para quitar una vida cuando no existe una amenaza.
En este sentido, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) en Palestina denunció el sábado que estaba conmocionada por la “ejecución extrajudicial aparente” del joven palestino por las fuerzas del régimen de Tel Aviv.
“Este tipo de ejecuciones extrajudiciales son la consecuencia del recurso regular a la fuerza letal contra los palestinos por parte de personal de seguridad israelí bien armado y bien protegido”, puntualizó en un comunicado. Además, el organismo apuntó a la casi total falta de rendición de cuentas por las muertes y heridas sufridas por el pueblo palestino a manos de fuerzas israelíes.
Por su parte, el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) remarcó que los hechos “reflejan el rostro criminal de la ocupación” israelí. También, la oficina del presidente palestino, Mahmud Abás, insistió en que no debería tolerarse este crimen, que se produjo en el marco de la agresión en curso del régimen israelí contra el pueblo palestino.
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