• El primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu.
Publicada: miércoles, 16 de septiembre de 2015 13:53

El premier israelí considerará imponer castigos aún más duros contra los palestinos que lancen piedras contra los colonos israelíes, que entran, bajo la protección de los soldados, a la Mezquita Al-Aqsa en Al-Quds (Jerusalén).

“Vamos a promover un cambio claro en la política contra los que lanzan piedras y cóctels molotov contra nuestros ciudadanos y miembros de las fuerzas de seguridad”, ha advertido el premier Benyamin Netanyahu, citado este miércoles, por los medios israelíes.

Vamos a promover un cambio claro en la política contra los que lanzan piedras y cóctels molotov contra nuestros ciudadanos y miembros de las fuerzas de seguridad”, ha advertido este miércoles, el premier israelí, Benyamin Netanyahu.

En una reunión de carácter urgente mantenida con las autoridades israelíes en su despacho, Netanyahu ha categorizado como “asesinato” y “acto terrorista” arrojar piedras.

Además ha asegurado que luchará contra ese fenómeno con todos los medios a su alcance, incluido el endurecimiento de las persecuciones en el caso de cometer ese acto.

Durante esa jornada, el premier israelí ha resaltado que ese régimen está apegado a “mantener el statu quo" de esa mezquita pero, ha dejado claro que no permitirá que los “alborotadores” impidan la entrada de los judíos a ese lugar.

Cabe recordar que el pasado 31 de mayo, el consejo de ministros israelí aprobó un proyecto de ley que pena hasta con 20 años de cárcel a los palestinos que arrojan piedras contra los militares israelíes durante las protestas, aunque sean menores de edad.

Los palestinos se manifiestan contra los israelíes que no les dejan entrar en la Mezquita Al-Aqsa. 16 de septiembre de 2015

 

La nueva muestra de Apartheid israelí ha coincidido con el cuarto día consecutivo de la agresión israelí contra la Mezquita Al-Aqsa. Ayer, al menos 16 palestinos resultaron heridos como consecuencia de la represión israelí en ese santo lugar.

La agresión del régimen de Israel comenzó el domingo, el inicio del año nuevo para la comunidad judía, cuando los uniformados entraron en el sitio sagrado de los musulmanes, lanzando granadas de aturdimiento contra los congregados. Más de cien personas resultaron heridas.

Al día siguiente, los soldados israelíes atacaron con gas lacrimógeno y balas de goma el recinto de la Mezquita Al-Aqsa para impedir que un grupo de palestinos rezara en este lugar sagrado.

Esas jornadas de violencia no obstante, han tenido un eco a nivel nacional e internacional; el Movimiento de la Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS)el presidente palestino, Mahmud Abás, y su canciller, Riad al-Maliki, la Unión Europea (UE), la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Jordania, Estados Unidos, Rusia y Egipto condenaron el acto.

La Explanada de las Mezquitas alberga la Cúpula de la Roca y la Mezquita Al-Aqsa, el tercer lugar más sagrado del Islam. El régimen israelí, que se arroga la propiedad de los territorios palestinos desde el inicio de su ocupación, pretende judaizar el recinto y eliminar su identidad islámica.

Las tensiones en los territorios ocupados han aumentado drásticamente después del ataque de colonos extremistas israelíes, en el que un bebé palestino de un año y medio fue quemado vivo.

El acto de brutalidad inconcebible provocó una ola de protestas en los territorios ocupados palestinos y a nivel mundial y obligó al régimen israelí a declarar el estado de alerta.

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