Los manifestantes se congregaron la noche del viernes frente al ministerio de asuntos militares de Israel y exigieron la firma inmediata de un acuerdo de intercambio de prisioneros con la Resistencia palestina.
Los participantes acusaron a los militares y al gabinete del régimen israelí por lo ocurrido con sus familiares y expresaron su ira coreando eslóganes como “Sabemos que podrían haberlos salvado”, “Se les acaba el tiempo. Devuélvanlos a casa ahora” y “No habrá victoria hasta que todos los rehenes sean liberados”.
El portavoz del ejército del régimen israelí, Daniel Hagari, informó el viernes en una rueda de prensa que, durante el combate en la zona de Shejaiya, en el norte de Gaza, las fuerzas israelíes “identificaron erróneamente” a tres israelíes “como una amenaza” y, “como resultado, los soldados dispararon contra ellos y murieron”.
Además, el ejército de Israel anunció el martes que durante la ofensiva terrestre a la Franja de Gaza habían muerto 20 de sus soldados por fuego amigo y otros accidentes después de que las fuerzas israelíes los confundieran con combatientes del Movimiento de Resistencia Islámica Palestina.
El ejército israelí admitió el miércoles que el número de muertos desde el 7 de octubre, cuando lanzó sus brutales agresiones contra la bloqueada Franja de Gaza, aumentó a 444 entre oficiales y soldados, incluidos 82 miembros de la brigada Golani, una de las unidades élites sionistas.
La Resistencia palestina ha dejado claro que el regreso de los cautivos en Gaza solo se ejecutará a través de las “negociaciones indirectas” y “bajo la condición de tregua completa en la Franja de Gaza”.
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