En El Líbano hay 120 000 misiles y cohetes apuntando al estado judío, dice Jeremy Issacharoff en una entrevista publicada el sábado por la revista semanal alemana Der Spiegel, en vísperas de que el primer ministro del régimen de ocupación israelí de Palestina llegue a Alemania.
El diplomático dedica lo esencial de sus declaraciones para atacar a la República Islámica y el Eje de la Resistencia, quejándose, además del poder disuasivo de los cohetes del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), de la influencia creciente de Irán en Siria. “En caso de emergencia, responderemos a cualquier amenaza”, advierte.
En particular, Issacharoff alude al Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés), nombre oficial del acuerdo multinacional de 2015, y afirma que Teherán “no respeta” lo pactado —contradiciendo las constantes verificaciones de los expertos de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA)—.
El embajador prepara así los previsibles intentos de Netanyahu en la semana entrante, en Alemania, Francia y el Reino Unido, por hacer que los dirigentes de estos países traicionen la palabra dada en 2015, del mismo modo que Israel y sus lobbies estuvieron presionando al presidente de EE.UU., Donald Trump, hasta que este decidió salir del JCPOA el mes pasado.
El mismo día de publicarse esta entrevista, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, concedía otra al diario alemán Hannoversche Allgemein, en la que insistía —en el actual contexto de guerra comercial inminente entre Washington y todas las partes del acuerdo con Irán— en que el JCPOA no debe sacrificarse por la política interna estadounidense.
El mismo día de publicarse esta entrevista, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, concedía otra al diario alemán Hannoversche Allgemein, en la que insistía —en el actual contexto de guerra comercial inminente entre Washington y todas las partes del acuerdo con Irán— en que el JCPOA no debe sacrificarse por la política interna estadounidense.
Además del cabildeo antiraní, el diplomático israelí dedica algunas palabras para justificar la represión por el régimen de Tel Aviv contra las protestas de las últimas semanas en la Franja de Gaza —con francotiradores matando a más de 120 civiles desarmados, siendo el último caso escandaloso el de la enfermera Razan al-Nayyar, el pasado viernes—.
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