La toma de rehenes en uno de los sitios más sagrados del Islam, la Mezquita Al-Haram en la ciudad saudí de La Meca, en 1979 se saldó con la muerte de 5000 personas, incluyendo 3000 peregrinos, según informa un oficial francés, citado por Al-Jazeera.
La cadena ha afirmado que por la turbulencia política que Arabia Saudí vivía en ese momento, decidió ocultar los detalles y la cifra exacta de los muertos a fin de encubrir su incapacidad ante las amenazas de movimientos locales, en particular el llamado Yuhayman.
El capitán Paul Barril, un exoficial francés, quien, a petición del país árabe, apoyó la represión de los aludidos movimientos, ha enfatizado en una entrevista con Al-Jazeera que Arabia Saudí había empleado bombas químicas contra los hombres armados.
De acuerdo con Barril, Arabia Saudí importó 2000 bombas desde Francia, llegando incluso a ordenar la compra de un número exhorbitante de estas para poner fin al asedio de la Mezquita Al-Haram lo antes posible y salvar su reino a cualquier costo.
El militar francés ha calificado de un “desastre” la operación, indicando que el número de muertos anunciado por Riad no era el verdadero y que en realidad segó la vida de 5000.
El incidente duró casi dos semanas y el país árabe pidió apoyo del Occidente para poder controlar el lugar sagrado.Tras el atentado, el Gobierno saudí anunció que la toma de rehenes se había saldado con la muerte de 127 militares y 117 integrantes del grupo Yuhayman, y 300 fieles que realizaban el Hach.
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