“El informe es desequilibrado y no se basa en estadísticas creíbles, y tampoco beneficia al pueblo de Yemen”, declaró el general de brigada Ahmad al-Asiri, portavoz militar saudí.
Considera que el informe de la ONU “engaña” al público, ofreciendo números “incorrectos” basados en informaciones de fuentes implicadas en la lucha, es decir, el movimiento popular yemení Ansarolá y el que fuera presidente Ali Abdolá Saleh.
Al-Asiri insistió en que la llamada coalición, —recordemos— abanderada por Riad, está “protegiendo al pueblo yemení”, sobre todo a los niños frente a “las acciones” de los hutíes (miembros de Ansarolá), según el diario local Saudi Gazette.
El castrense saudí expresó, asimismo, su esperanza de que la ONU “valore sus esfuerzos” para mantener la “legitimidad” en Yemen y conseguir que todas las partes negocien con el fin de alcanzar una solución política para el conflicto.
El informe es desequilibrado y no se basa en estadísticas creíbles, y tampoco beneficia al pueblo de Yemen”
El secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, publicó el jueves un informe sobre las atrocidades que Arabia Saudí y sus aliados están cometiendo contra los niños yemeníes —tortura, asesinatos, mutilaciones— en su ofensiva contra Yemen, y por ello ha incluido a dicha coalición en su lista negra.
La decisión del organismo internacional se tomó en razón de las graves violaciones de los derechos humanos en Yemen por parte de la coalición, es decir, principalmente Arabia Saudí, responsable del 60 % de las muertes y de los heridos en más de un año de la agresión.
Desde el 26 de marzo del 2015 Yemen sufre una guerra por todo lo alto desencadenada en su suelo por Arabia Saudí y hasta el momento, de acuerdo con cifras divulgadas por las Naciones Unidas, ha dejado, entre muertos y heridos, más de 32 000 víctimas, en su mayoría civiles.
Además, el portavoz de la ONU, Stephane Dujarric, denunció la muerte de 10 000 niños yemeníes menores de cinco años durante el año pasado a causa de enfermedades totalmente evitables y prevenibles como son la diarrea y la neumonía.
Según la ONU, esta tragedia es consecuencia directa del cierre de 600 instalaciones sanitarias, ya que no existen recursos financieros para adquirir medicamentos, suministros y combustible para los generadores. Tampoco hay personal médico, se lamentó, y de trasfondo, si bien es la raíz del problema: la ofensiva saudí.
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