En una reunión del Comité Palestino de las Naciones Unidas, el secretario general del organismo, António Guterres, pidió a la comunidad internacional redoblar los esfuerzos para “poner fin a la ocupación israelí de acuerdo con las resoluciones de la ONU, el derecho internacional y los acuerdos bilaterales”.
Asimismo, enfatizó que la situación en los territorios palestinos ocupados por el régimen israelí sigue suponiendo un importante desafío para la paz y la seguridad internacionales.
“El objetivo sigue siendo dos Estados (…) con un Estado palestino independiente, democrático, contiguo, viable y soberano, que convivan en paz dentro de fronteras seguras y reconocidas, sobre la base de las líneas anteriores a 1967, con Jerusalén [Al-Quds] como capital compartida de” las dos partes, precisó el líder de la ONU.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU), mediante la Resolución N° 181 del 29 noviembre del año 1947 recomendó la partición de Palestina entre una entidad sionista, un Estado palestino y la ciudad de Al-Quds (Jerusalén) bajo control internacional. La idea ha sido la piedra angular de décadas de diplomacia internacional destinada a poner fin al conflicto palestino-israelí.
Esto mientras, en 1967, durante la llamada Guerra de los Seis Días Israel ocupó, entre otros, los territorios de Gaza, Cisjordania y Al-Quds que, según la ley internacional, pertenecen a los palestinos.
Los palestinos insisten en que las futuras fronteras se tracen acorde a las líneas previas a la guerra de 1967 con la capital de Palestina en la ciudad de Al-Quds.
Sin embargo, Israel se niega a restablecer las fronteras de 1967 y menos aún compartir Al-Quds, a la que proclamó como su capital con el apoyo de EE.UU.
En este sentido, el gobierno del expresidente estadounidense Donald Trump, criticado por ser descaradamente proisraelí e ignorar a los palestinos, presentó un llamado plan de paz que incluía una solución de dos Estados.
No obstante, ese plan preveía un Estado palestino con una soberanía limitada y ponía su seguridad en manos de Israel. La propuesta fue rechazada de plano por los líderes palestinos.
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