De acuerdo con el jefe de Policía de Zabul, Mirwais Noorzai, los vehículos fueron interceptados por los asaltantes en la carretera que conecta Kabul con Kandahar (sur).
Les pidieron los documentos de identidad y, cuando la gente se los enseñó, se llevaron solo a los hazaras", ha explicado a Reuters Sayed Mohebulá, un portavoz de la empresa Ahmad Shah Abdali.
"Les pidieron los documentos de identidad y, cuando la gente se los enseñó, se llevaron solo a los hazaras", ha explicado a Reuters Sayed Mohebulá, un portavoz de la empresa Ahmad Shah Abdali.
No es la primera vez que grupos terroristas secuestran a chiíes de la etnia Hazara, históricamente perseguidos por bandas armadas como el grupo Talibán y Al-Qaeda. El pasado 24 de febrero 31 afganos chiíes pertenecientes a dicha minoría fueron secuestrados en la provincia de Zabul por Daesh.
Hace más de un mes, hombres armados supuestamente vinculados a Daesh secuestraron a siete chiíes de la comunidad Hazara (Shokriya, de 9 años; Shokat Ali, de 13; Sadeq Ali, de 16; Mohamad Jan, de 28; Sarvara, de 58; Moheb Ali, de 70; y Layevard, de 75), y aproximadamente 27 días después los decapitaron a todos.

Hasta el momento se desconoce la autoría de esta tragedia o las causas que podrían haber provocado la decapitación de esos siete civiles.
Los hazara representan un 25 % de la población afgana y frecuentemente son objetivo de los ataques de extremistas, tanto en Afganistán como en su vecino Paquistán.
Recientemente, la influencia de los grupos terroristas y takfiríes ha desatado preocupaciones en un inestable Afganistán, que incluso, tras la invasión de EE.UU. y sus aliados (2001) so pretexto de la llamada lucha antiterrorista, no ha logrado restaurar su seguridad.
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