En un comunicado difundido, el Ministerio de Relaciones Exteriores ha señalado este jueves que el reclamo estadounidense se da en el contexto de su intento por encubrir su posición de obstrucción de la paz.
La Cancillería de Yemen ha denunciado que los yemeníes son asediados, sufren hambruna y asesinatos a diario con armas y con la luz verde de Estados Unidos.
El comunicado ha señalado que EE.UU. no quiere detener la agresión, y esto se evidencia a través de su permanente sesgo hacia la guerra y su insistencia en la continuación de la violencia, el asedio y la ocupación de las tierras yemeníes.
La declaración ha concluido enfatizando que el Gobierno estadounidense está tratando de quemar los escenarios para impedir cualquier esfuerzo sincero para lograr una paz sostenible.
Yemen ha sido víctima de una guerra lanzada por Arabia Saudí desde marzo de 2015, con la complicidad de sus aliados árabes y con el apoyo logístico y de armas de EE.UU. y otros Estados occidentales.
Las fuentes locales han informado recientemente que un grupo de militares estadounidenses ha entrado en la provincia petrolera de Hadhramaut, en el este de Yemen. Las visitas repetidas de los estadounidenses a esta provincia se producen en línea con el saqueo de petróleo y gas yemeníes, al mismo tiempo que Saná ha decidido impedir el robo de sus recursos por la coalición agresora liderada por Arabia Saudí.
El 21 de octubre, El Ejército de Yemen llevó a cabo una operación contra el saqueo del crudo del país por la llamada coalición saudí en el puerto de Al-Daba en la provincia de Hadhramaut y ha amenazado con más ataques contra los petroleros que roban su crudo.
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