Hamid Razaq, uno de los directores de la televisión por satélite yemení Al Masirah, ha revelado este lunes que la monarquía saudí envió el domingo a través de los mediadores occidentales una serie de mensajes, afirmando que está lista para iniciar el canje de presos, si la cadena detiene la difusión del vídeo.
El Ejército yemení divulgó el domingo el vídeo de este asalto a la región de Najran (en el sur de Arabia Saudí), que se considera como el mayor ataque de represalia contra la agresión saudí, mediante el cual detuvo a más de 2000 soldados y mercenarios saudíes e infligió importantes bajas entre las tropas agresoras.
A continuación, Razaq ha pronosticado que EE.UU. y el Reino Unido persuadirán a Arabia Saudí para que nieguen la autenticidad del vídeo.
Esta nueva operación se produjo dos semanas después de que las fuerzas yemeníes atacaran con aeronaves no tripuladas (drones) instalaciones vitales de la compañía petrolera saudí Aramco. La destrucción fue tal que Arabia Saudí dejó de producir 5,7 millones de barriles de petróleo al día, que equivale al 6 % de la producción mundial.
Desde marzo de 2015, Arabia Saudí y sus aliados llevan a cabo una campaña de bombardeos contra Yemen para restaurar en el poder al fugitivo expresidente de este país, Abdu Rabu Mansur Hadi.
El Ejército yemení y Ansarolá han aumentado en los últimos meses sus ataques de represalia contra las infraestructuras vitales de Arabia Saudí para obligar al reino árabe a cesar su agresión.
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De acuerdo a las estimaciones realizadas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la guerra en Yemen ha provocado la mayor crisis humanitaria del planeta. Más del 75 % de los yemeníes, de una población de 30 millones de habitantes, necesita algún tipo de asistencia humanitaria y más de la tercera parte no tiene garantizado su sustento.
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