La defensa aérea derrocó un caza F-16 en la localidad de Kataf, la cual sobrevolaba para bombardear los objetivos marcados.
Al-Masirah, citando a varios testigos, mantiene que el avión saudí realizó varios bombardeos contra la base aérea de Al-Dailami.

Además, lanzó varios ataques contra la región de Yabal Naqim y Faj Attan, en la parte oriental y sureña de Saná, capital yemení, respectivamente.
Los combatientes del movimiento popular yemení Ansarolá emitieron el pasado 11 de mayo un video en el que mostraban los restos de un F-16 derribado por las fuerzas tribales en la provincia noroccidental de Saada.
En la misma jornada del domingo, la aviación militar saudí destruyó el principal cruce fronterizo entre Yemen y Arabia Saudí, según los lugareños.
Los bombardeos han destruido el cruce de Haradh, en Adén, en el sur de Yemen, según han relatado vecinos de la zona. Los bombardeos han devastado la zona de espera y la oficina de pasaportes en Haradh, por lo que los habitantes han evacuado la zona.
Por otro lado, se ha reportado un intenso intercambio de fuego de artillería entre los combatientes de Ansarolá y el Ejército del régimen de Al-Saud, en la frontera estos dos países árabes.

El pasado 26 de marzo, Arabia Saudí inició una ofensiva militar contra Yemen, sin el aval de la ONU, pero con el visto bueno de Estados Unidos, en un intento por eliminar al movimiento popular Ansarolá y restaurar en el poder al expresidente fugitivo Abdu Rabu Mansur Hadi, un estrecho aliado de Riad.
El régimen de Al Saud pese a recurrir a todo tipo de medidas, incluido el uso de armas prohibidas, en sus ataques a Yemen, nunca ha logrado ninguno de sus objetivos principales, ya que, por un lado, siguen los avances de Ansarolá y, por otro, Mansur Hadi, que ha huido a Arabia Saudí, todavía parece muy lejos del poder.
Las incursiones aéreas del régimen de Al Saud contra territorio yemení, según denuncia la fundación estadounidense pro derechos humanos Freedom House, ha dejado unos 3979 civiles muertos y más de 6000 heridos.
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