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Publicada: lunes, 17 de noviembre de 2014 18:32
Actualizada: jueves, 10 de diciembre de 2015 9:27

Un artículo publicado este lunes por el diario estadounidense 'The New York Times' denuncia la fuga de cerebros desde Cuba por incitación de Estados Unidos. La editorial titulada 'A cuban brain drain, courtesy of U.S.' (La fuga de cerebros en Cuba, cortesía de EE.UU.), publicado en inglés y español, se refiere en particular al programa estadounidense que incentiva la migración de médicos durante misiones oficiales en el exterior y aborda lo deplorable de esta práctica dañina. Según indica, hay muchos aspectos condenables de las políticas fallidas de EE.UU. respecto a Cuba y el embargo (bloqueo) que impone desde hace décadas, pero el programa dirigido a provocar la fuga de médicos, es difícil de justificar. “Solo en 2014 emigraron de Cuba mil 278 médicos, un número récord, según las cifras ofrecidas por el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos”, reconoce el rotativo estadounidense. Asimismo, afirma que los programas ilegales de Washington provocaron la migración de cinco mil 490 médicos cubanos entre los años 2006 y 2014. En otra parte de la nota, Times crítica la política de las autoridades estadounidenses, de elogiar el trabajo de los médicos cubanos que atienden a pacientes con ébola en África Occidental, y a su vez mantengan planes para desangrar a Cuba de su potencial médico, pues la considera “absurda”. "Es incongruente que Estados Unidos valore las contribuciones de los médicos cubanos enviados por el Gobierno para asistir en crisis mundiales, como aquella del terremoto en Haití en 2010, mientras procura desestabilizar al Estado (cubano) facilitando las deserciones", subraya el editorial del The New York Times. Además advierte que el sistema migratorio estadounidense debe darles prioridad a los refugiados y a las personas perseguidas más vulnerables del mundo, pero no debe utilizarse para agravar la fuga de cerebros de una nación adversaria, sobre todo, cuando mejorar la relación entre los países es un objetivo viable y sensato. Según recuerda, el programa de robo de médicos comenzó en agosto de 2006, cuando el cubanoamericano Emilio González, firmemente opuesto al Gobierno de la isla, estaba al mando del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EE.UU. En esa época -continúa el editorial-, la Administración de George W. Bush estaba procurando sabotear al Gobierno cubano, y facilitó la fuga de médicos que participaban en misiones en el exterior, como una oportunidad de atentar contra la principal herramienta diplomática de la isla y humillar a la Revolución cubana. De acuerdo con los editores del diario neoyorquino, estas políticas de robos de cerebros alentadas desde Estados Unidos inhiben la capacidad de Cuba a la hora de contribuir en crisis internacionales y no ayuda, en lo más mínimo, a crear una sociedad más abierta. Finalmente, insiste en que establecer una relación “más saludable” entre ambas naciones va a seguir siendo un tema complejo, mientras se mantenga esta política incoherente. No es la primera vez que el popular rotativo estadounidense difunde artículos sobre Cuba y EE.UU., ya que en menos de un mes ha publicado seis capítulos sobre el tema y en el más reciente reveló planes intervencionistas de EE.UU. en Cuba con la meta de derrocar al Gobierno cubano. mep/ctl/nal