Un reciente informe publicado por cinco agencias de la Organización de Naciones Unidas (ONU) indica que el número de personas afectadas por el hambre en el mundo ha tenido un aumento de 46 millones desde 2020 y de 150 millones desde el comienzo de la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19.
De hecho, según el informe —elaborado por el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), la agencia de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo para la Infancia (Unicef), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS)—, en 2021, padecían hambre entre 702 y 828 millones de personas, es decir, alrededor del 9,8 % de la población mundial.
En América Latina y el Caribe, 56,5 millones de habitantes se encontraban en situación de hambruna, lo que representó el 8,6 % de la población regional.
Por su parte, el representante regional de la FAO, Julio Berdegué, quien ha calificado la situación de “extremadamente grave”, ha señalado que, en solo dos años, 13 millones de personas han caído en el hambre en América Latina y el Caribe, y “cuatro de cada diez viven con inseguridad alimentaria”.
🚨 En un año, el número de personas con hambre en #América Latina y el #Caribe creció en 4 millones de personas, alcanzando un total de 56,5 millones en 2021.
— FAO Américas (@FAOAmericas) July 6, 2022
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El texto lamenta también el avance de la pobreza extrema y la creciente desnutrición crónica en el mundo, advirtiendo del retroceso mundial en los esfuerzos por acabar con la inseguridad alimentaria y la desnutrición global.
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