Según revela este martes Euronews, la imagen del niño de tres años varado en una playa de Turquía el 2 de septiembre de 2015 cambió la opinión pública y reavivó los esfuerzos de la Unión Europea (UE) para hacer frente a la afluencia de refugiados.
Bruselas extendió un plan para reubicar a los solicitantes de asilo de algunos de los países más afectados en la UE y permitió que el restablecimiento temporal de los controles fronterizos en un intento por controlar la crisis.
A principios de año 2016 la Comisión Europea (CE) aumentó sus operaciones de búsqueda y rescate en el mar, y asignó más de 70 millones de euros en fondos de emergencia.
Sin embargo, los niños todavía se están ahogando en aguas entre Turquía y Grecia, con un promedio alrededor de dos por día, entre septiembre del año pasado y enero de este año.
Octubre fue el peor mes, con 84 niños muertos, la mitad de ellos en uno de los días más mortíferos, en la jornada del miércoles 28 del citado mes.
El creciente censo de muertos llega en medio de una tendencia de más mujeres y niños que intentan cruzar de Turquía a Grecia.
En junio del 2015 uno de cada diez refugiados y migrantes registrados en la frontera de Grecia y Macedonia eran niños, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Esa cifra se redujo a solo uno de cada tres en octubre, un cambio impulsado por las familias de refugiados que desean reunirse.
Por otra parte, la Oficina Europea de Policía (Europol) reveló en enero que más de 10.000 niños refugiados no acompañados han desaparecido después de su llegada a Europa y se teme que hayan caído en manos de redes criminales.
De acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés), más de 190.000 niños llegaron a Europa en 2015 en busca de asilo.
tmv/anz/rba
