• El presidente de Siria, Bashar al-Asad, habla con altos mandos del Ejército sirio.
Publicada: martes, 20 de marzo de 2018 1:33

El presidente de Siria, Bashar al-Asad, confiado en el apoyo de sus aliados Irán y Rusia, está tomando varias medidas preparatorias ante un anunciado ataque a gran escala del Ejército de Estados Unidos al territorio del país árabe, según un informe publicado este lunes.

El mandatario sirio determinó las medidas el sábado durante una reunión del Consejo de Seguridad Nacional a la que asistieron varios líderes militares y de seguridad sirios, indica el diario saudí Al-Sharq al-Awsat, que cita a varios diplomáticos occidentales, que prefirieron el anonimato.

Como parte de estos preparativos, el Gobierno sirio envío cartas a Irán y Rusia para solicitar protección adicional, señala el informe, además de asegurar que ya las tropas rusas han sido desplegadas en “lugares críticos” para impedir cualquier agresión de Washington.

Los soldados rusos, asimismo, podrían ser enviados a proteger las instituciones militares y civiles, considera una de las fuentes consultadas por Al-Sharq al-Awsat.

También se informó de que las Naciones Unidas había trasladado personal, incluidos diplomáticos, de las zonas de particular preocupación”, apostilla el diario saudí Al-Sharq al-Awsat, que cita a varios diplomáticos occidentales, sobre un anunciado ataque de EE.UU. a Siria.

 

La nota también alude a las preocupaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ante un eventual ataque estadounidense contra el Ejército sirio. “También se informó de que las Naciones Unidas había trasladado personal, incluidos diplomáticos, de las zonas de particular preocupación”, apostilla.

Este informe se suma a otros, según los cuales, EE.UU. y algunos de sus aliados occidentales están considerando una acción militar a gran escala contra el país árabe, bajo el pretexto de que el presidente sirio “usa armas químicas contras civiles”.

La embajadora de EE.UU. ante la Organización de Naciones Unidas (ONU), Nikki Haley, agravó la semana pasada esta preocupación al decir que Washington estaba listo para actuar unilateralmente contra Siria, tal como lo hizo en abril pasado cuando bombardeó con misiles de crucero una base aérea siria, acusando a Damasco de haberla usado días antes para un ataque con gas sarín en la aldea de Jan Sheijun, en la provincia noroccidental de Idlib.

Siria ha negado las acusaciones y ha denunciado que las amenazas militares de Washington “siempre coinciden con los logros políticos y militares” del Ejército sirio y buscan impedir que colapsen las posiciones de los terroristas.

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