• El ejército de Israel realiza una incursión en el sur de Siria, 28 de noviembre de 2025. (Foto: Anadolu Agency)
Publicada: viernes, 28 de noviembre de 2025 19:08

La ONU condena la incursión israelí contra la localidad de Beit Jinn, al oeste de Damasco, calificándola de grave violación de la soberanía de Siria.

La enviada especial adjunta de las Naciones Unidas para Siria, Najat Rochdi, ha calificado este ataque israelí de violación “grave e inaceptable” de la soberanía y la integridad territorial de Siria, mientras ha alertado de que acciones de este tipo profundizan la inestabilidad en la región.

Ha indicado desde Ginebra que la incursión, que causó varias muertes y heridos entre la población civil, desestabiliza aún más una situación regional ya de por sí frágil. Rochdi ha denunciado que el ataque provocó desplazamientos de civiles a zonas cercanas en busca de seguridad.

Asimismo, ha reiterado el firme compromiso de las Naciones Unidas con la soberanía, la unidad, la independencia y la integridad territorial de Siria, y ha exigido el cese inmediato de estos ataques, así como el cumplimiento de la Resolución de Separación de la ONU de 1974.

En un bombardeo efectuado por helicópteros del ejército israelí contra la localidad de Beit Jinn, en las afueras de Damasco, y coincidiendo con la incursión de una patrulla israelí en la zona, 13 personas murieron y 25 resultaron heridas, incluidos niños, según la televisión siria.

Yemen: apaciguamiento envalentona a Israel a intensificar sus ataques

En este contexto, la oficina política del movimiento popular Ansarolá de Yemen ha condenado enérgicamente la “traicionera agresión sionista” contra civiles en la ciudad de Beit Jinn y considerado el ataque de Israel como una “flagrante violación de la soberanía de Siria y una expansión de la ocupación de sus tierras”.

Además, ha acentuado que “la resistencia es la única manera de disuadir la agresión” y ha alertado que “el apaciguamiento no impedirá que los planes y la agenda expansionista del enemigo continúen, ya sea en Siria, Líbano o Palestina”.

 

En la declaración, Ansarolá de Yemen ha reiterado “el derecho de Siria a responder a la agresión por todos los medios disponibles”, considerando que “una consecuencia terrible espera a quienes ignoran las lecciones de la historia y abandonan el legítimo deber de autodefensa, que está garantizado por las leyes divinas, las leyes internacionales y las normas humanas”.

Igualmente, ha instado a los países árabes e islámicos a “enfrentar el ataque criminal israelí que ataca a toda la nación con su geografía, identidad e historia”, señalando que “el estado de humillación ha alentado al enemigo sionista a persistir y consolidar el status quo por la fuerza de las armas y la agresión”.

Siria, en reacción de este ataque sanguíneo, ha condenado el ataque como un “crimen de guerra” y reiterado su llamado al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU), a la ONU y a la Liga Árabe para que adopten medidas urgentes destinadas a frenar las agresiones y violaciones de la ocupación israelí.

Tras la caída del gobierno del presidente sirio Bashar al-Asad el 8 de diciembre, el régimen israelí abandonó el acuerdo de alto el fuego de 1974 y comenzó una serie de infiltraciones y operaciones en zonas civiles de una Siria dirigida por el gobierno interino de Abu Mohammad al-Golani.

Altos funcionarios israelíes han afirmado públicamente su intención de conservar el control de estos enclaves, lo que ha desatado protestas entre la población.

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