La condena se ha expresado en dos cartas enviadas hoy lunes al secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, y al Consejo de Seguridad de la ONU, en las que Damasco asegura que la medida de Ankara es “ilegal”.
La Cancillería siria, asimismo, ha manifestado que las declaraciones del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, con respecto a tener bajo control la ciudad siria de Afrin es “ilegal” y contradice los principios y propósitos de la Carta de la ONU y el derecho internacional.
Además, ha añadido que las prácticas y los ataques turcos no solo amenazan las vidas de los ciudadanos y la unidad del territorio y pueblos sirios, sino que también prolongan la crisis siria, que beneficia a los terroristas y sus partidarios, lo que, a su vez, amenaza la seguridad y la paz en el Oriente Medio y por extensión en el mundo.
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