“Dado que los hechos solo se analizan en una dirección, creemos que la probabilidad de que las armas estén siendo usadas por los terroristas es bastante alta”, dijo el martes Mijail Ulianov, director de dicho Departamento ruso.
Dado que los hechos sólo se analizan en una dirección, creemos que la probabilidad de que las armas estén siendo usadas por los terroristas es bastante alta, ha dicho el Departamento para la No Proliferación y el Control de Armamento de la Cancillería rusa, Mijail Ulianov.
Tras advertir el riesgo de que los integrantes de Daesh tengan acceso a armas químicas, el funcionario ruso de alto rango comentó que el Occidente se niega a investigar los ataques con armas químicas en Siria por la política de estigma hacia el Gobierno de Damasco.
Ulianov también recordó que el Gobierno legítimo del presidente de Siria, Bashar al-Asad, ha enviado más de una decena de veces quejas sobre ese tipo de crímenes de lesa humanidad al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) y a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ).
La autoridad rusa también habló de la necesidad de investigar el posible envío de armas químicas desde Turquía a los terroristas de Daesh que operan en Siria.
Las acusaciones de Ulianov se produjeron después de que el diputado turco Eren Erden, del Partido Republicano del Pueblo (CHP, en turco), denunciara el pasado 14 de diciembre que Daesh recibió componentes para fabricar gas sarín y otras armas químicas y que fueron transportados a través del territorio turco a Siria.
Erden también informó de que los terroristas de Daesh perpetraron ataques químicos contra las fuerzas del Ejército sirio en 2013 en Guta, en los suburbios de la ciudad capitalina de Damasco, sirviéndose de dicho material y armas.
A principios del mes de septiembre, Daesh realizó otro ataque de la misma naturaleza en la parte norte de Siria, en Marea, y murieron cuatro personas y muchas otras tuvieron que ser hospitalizadas.
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