En el estudio, llevado a cabo por la Universidad de Heidelberg en Alemania, los científicos, mediante imágenes obtenidas por resonancia magnética, analizaron el cerebro de 48 individuos, entre los cuales había 22 que padecían de adicción al móvil y 26 que no.
Los investigadores se percataron de que los adictos al celular presentaron una disminución del volumen de materia gris en la ínsula anterior izquierda y en las cortezas inferotemporal y parahipocampal, en comparación con las personas que no sufrían esta dependencia.
El estudio registra una menor actividad intrínseca cerebral en la parte del cerebro que transmite las señales neuronales entre los dos hemisferios, la corteza del cíngulo anterior derecho.
Se trata de la primera prueba material de la relación que existe entre el exceso de uso de los smartphones y el deterioro físico del cerebro humano. Las conclusiones del estudio serán recogidas en un artículo que aparecerá en la revista Addictive Behaviors el próximo mes de junio.
Otro de los aspectos relevantes de esta investigación es que el volumen reducido de materia gris en esa ínsula cerebral es similar al detectado en dependientes de narcóticos, lo que demuestra que las consecuencias físicas de la adicción al celular tienen un parecido con la afectación de la adicción a las drogas en el cerebro humano.
Los autores destacan que el creciente uso de los teléfonos inteligentes en los últimos años hace necesario plantear el tema del efecto perjudicial de su uso para la salud física y mental. Especial preocupación les genera la salud de los niños, que pasan cada vez más tiempo con dispositivos digitales desde edades cada vez más tempranas.
tmv/anz/hnb