El primer grupo de diplomáticos rusos, declarados personas no gratas, abandonó su misión diplomática en Washington. En total, 171 funcionarios rusos, con sus respectivas familias, volverán a Moscú en dos aviones dispuestos por el Gobierno ruso.
De igual modo, el sábado, los empleados del consulado de EE.UU. en San Petersburgo desocupaban la sede diplomática en esa ciudad.
Las tensiones entre ambos países se desencadenaron el pasado 4 de marzo con el envenenamiento del exespía ruso Serguéi Skripal y su hija Yulia en territorio británico. Londres acusa al Kremlin de estar detrás del incidente, y anunció el 14 de marzo la expulsión de 23 diplomáticos rusos.
En apoyo de la versión del Reino Unido, la Casa Blanca, decretó el 26 de marzo la salida de 60 diplomáticos rusos. Siguiendo esta línea, más de una veintena de naciones han decidido hasta el momento expulsar a más de 150 diplomáticos rusos.
(El envenenamiento del exespía ruso Serguéi Skripal) fue solo un pretexto para realizar una provocación planeada con antelación contra Rusia”, asegura el embajador ruso en Estados Unidos, Anatoli Antónov.
Rusia por su parte, ha rechazado en reiteradas ocasiones las acusaciones de Londres y atribuye lo ocurrido a fuerzas muy influyentes de Estados Unidos y el Reino Unido, además sugiere una medida de paridad para expulsar el mismo número de diplomáticos en cada país.
A este respecto, el embajador ruso en Estados Unidos, Anatoli Antónov, aseguró el sábado que dichos sucesos en el Reino Unido fueron solo “un pretexto para realizar una provocación planeada con antelación contra Rusia”, según informa la agencia de noticias rusa Sputnik.
“Hemos visto quienes iban últimamente a la embajada de Estados Unidos en Moscú, eran funcionarios del sector británico del Departamento de Estado”, agregó.
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