Según una transcripción de la reunión publicada por el Kremlin, el presidente ruso Vladímir Putin declaró el miércoles ante su Consejo de Seguridad que, si Estados Unidos o cualquier signatario del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (TPCE) realiza ensayos de armas nucleares, “Rusia estaría obligada a tomar medidas recíprocas”.
En otra parte de su discurso, el mandatario ruso ordenó a altos funcionarios del Kremlin que elaboren propuestas para la posible reanudación de las pruebas de armas nucleares, en respuesta a la orden del presidente Donald estadounidense, Donald Trump, de que Estados Unidos reanude “inmediatamente” sus propias pruebas tras una pausa de décadas.
“En este sentido, instruyo al Ministerio de Relaciones Exteriores, al Ministerio de Defensa, a los servicios especiales y a los organismos civiles correspondientes a que hagan todo lo posible por recabar información adicional sobre este asunto, someterla al análisis del Consejo de Seguridad y presentar propuestas coordinadas sobre los posibles primeros pasos centrados en los preparativos para los ensayos de armas nucleares”, remarcó.
El vicepresidente del Consejo de Seguridad y expresidente ruso, Dmitri Medvédev, por su parte, advirtió el miércoles sobre las consecuencias de las declaraciones del presidente estadounidense sobre las pruebas de armas nucleares.
El funcionario ruso, en un mensaje publicado en su cuenta de X, remarcó que “nadie sabe a qué se refería Trump con pruebas nucleares (probablemente ni él mismo lo sepa). Pero es el presidente de Estados Unidos. Y las consecuencias de tales palabras son inevitables”.
Agregó que “Rusia se verá obligada a evaluar la conveniencia de realizar sus propias pruebas nucleares a gran escala”.
El miércoles, Estados Unidos realizó el lanzamiento de prueba de un misil balístico intercontinental desarmado, el primero desde que Trump anunciara su intención de reanudar los ensayos con armas nucleares.
El anuncio del mandatario republicano sobre el “inmediato” inicio de las pruebas de armas nucleares de EE.UU. se produjo, mientras que el último ensayo de armamento nuclear estadounidense fue en 1992, en Nevada.
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