El jefe de las Tropas de Defensa Radioactiva, Química y Biológica de las Fuerzas Amadas de Rusia, el general mayor Igor Kirilov, se ha referido al caso de Skripal y ha denunciado a los países occidentales por culpar a Moscú de un crimen que no ha cometido.
Además, ha reiterado que, a su juicio, el caso del exespía y las provocaciones del Occidente —y en concreto de Estados Unidos— en Guta Oriental, cerca de Damasco (capital de Siria), están relacionadas y le sirven al Occidente para desacreditar a Rusia.
“Al comparar el desarrollo de la situación en Salisbury con las provocaciones efectuadas con anterioridad en Guta Oriental, uno saca la inequívoca conclusión de que los países occidentales, con el objetivo de desacreditar a la Federación Rusa y al Gobierno legítimo (Siria), están dispuestos a recurrir a cualquier método y medio de carácter dudoso e ilegal”, ha dicho Kirilov durante una rueda de prensa celebrada en Moscú, capital de Rusia.
Al mismo tiempo ha aludido al doble rasero del Occidente y de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) que, incluso sin evidencias, acusan al Gobierno sirio de haber realizado ataques químicos mientras llegan a negarse a investigar ataques químicos efectuados por los grupos armados y terroristas contra las tropas gubernamentales y contra los civiles en zonas bajo el control del Gobierno de Damasco.
Al comparar el desarrollo de la situación en Salisbury con las provocaciones efectuadas con anterioridad en Guta Oriental, uno saca la inequívoca conclusión de que los países occidentales, con el objetivo de desacreditar a la Federación Rusa y al Gobierno legítimo (Siria), están dispuestos a recurrir a cualquier método y medio de carácter dudoso e ilegal”, ha afirmado el jefe de las Tropas de Defensa Radioactiva, Química y Biológica de las Fuerzas Amadas de Rusia, el general mayor Igor Kirilov
También ha recordado que Estados Unidos, que en el caso de Skripal ha dado su apoyo incondicional al Reino Unido y apoya su versión de los hechos, se niega a destruir sus arsenales químicos, circunstancia que, una vez más, evidencia el doble rasero de Washington y sus aliados.
“Las acusaciones que lanza Estados Unidos contra Rusia son, sobre todo, cínicas porque hasta ahora no ha destruido sus arsenales químicos. Este hecho provoca no solo perplejidad, sino también una profunda indignación”, ha afirmado.
El más reciente aumento de las tensiones entre el Occidente y Rusia tiene lugar por el caso de Skripal. El Gobierno británico acusa a Rusia de estar detrás del ataque a Skripal y su hija, que al parecer fueron envenenados con un agente nervioso —supuestamente el agente nervioso ruso Novichok— en un centro comercial, incidente con el que Moscú rechaza haber tenido nada que ver.
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