El sistema, denominado Vitebsk, será instalado en los aviones actualizados Su-25SM3 y les protegerá al “100 %” de los misiles antiaéreos dotados de sistema de guía térmico, además de facilitarles participar en los vuelos subsónicos y llevar a cabo su tarea original como un avión de ataque terrestre, informa este lunes el diario ruso Rossiyskaya Gazeta.
La actualización de este sistema se implementa días después de que un caza ruso de modelo Sujoi Su-25 fue derribado por un misil lanzado con un sistema de defensa aérea portátil desde una zona de la provincia septentrional siria de Idlib, controlada por la banda terrorista Frente Al-Nusra (rebautizada Fath Al-Sham), vinculada a Al-Qaeda.
Dicho sistema, que fue probado con éxito en los helicópteros rusos Ka-52 y Mi-8, utilizados en los combates antiterroristas de Siria, consiste en una lámpara especial de zafiro que lanza unas emisiones estrechamente enfocadas y moduladas, las cuales crean una imagen falsa del objetivo para confundir al misil y lo desvían hacia un espacio vacío.
Aparte del Vitebsk, los cazas Su-25 rusos cuentan con otros sistemas de guerra electrónica que dificultan que sean atacados por misiles guiados por radar.
Tras el reciente ataque al Sujoi ruso en Idlib, cuyo piloto perdió la vida, la Aviación rusa bombardeó la zona desde la que, conforme a Moscú, se lanzó el misil, abatiendo a “más de 30 terroristas" del Frente Al-Nusra.
Desde septiembre de 2015 y después de la petición del presidente sirio, Bashar al-Asad, Rusia emprendió operaciones antiterrorista en el país árabe, y para ello, ha desplegado en el territorio sirio numerosos bombarderos, helicópteros militares, buques militares, además de establecer un contingente militar permanente en la ciudad de Hmeimim (noroeste de Siria) y una base naval en el puerto sirio de Tartus (noroeste).
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