Según informaron el domingo las fuentes, el Kremlin, para salvaguardar sus intereses en el Ártico, está incrementando el número de tropas en la zona y acondiciona las bases donde, de forma permanente, se estacionarán los soldados rusos.
Rusia pretende enviar sistemas antiaéreos y armamento pesado al Ártico para repotenciar su presencia, y podría incluso hasta desplegar más cazas y submarinos.
Ante el aumento de la presencia de Rusia en el Ártico, EE.UU. ha enviado allí más aviones de guerra antirradares para mantener su superioridad aérea y hacer uso de ellos en caso de confrontación.

Y próximamente llegarán a la zona más buques y submarinos estadounidenses y naves antirradar para vigilar las actividades de las fuerzas rusas.
“El submarino es la mejor plataforma para utilizar en el Ártico, ya que puede pasar la mayoría del tiempo bajo el hielo”, dijo el comandante Jeff Bierley, de la Armada estadounidense, citado por el rotativo estadounidense International Business Times.
La plataforma continental del Ártico, a la que estudios geológicos atribuyen gran riqueza en recursos, es reivindicada, además de por Rusia, por Noruega, Dinamarca, Canadá y Estados Unidos.
El Ministerio de Defensa de Rusia anunció con anterioridad que planea construir o reparar 13 aeródromos militares y desplegar 10 instalaciones de radar en toda la región del Ártico; de hecho, hay indicios de que varios sistemas de defensa antiaéreos modelo S-400 ya se han desplegado en el área.
Moscú se está haciendo con el control del espacio aéreo y marítimo del Ártico hasta una extensión de por lo menos 500 kilómetros de sus costas.
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