• El representante permanente de Irán ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Amir Said Iravani.
Publicada: domingo, 6 de julio de 2025 6:36

Irán responsabiliza a Israel por el secuestro de cuatro diplomáticos persas en El Líbano en 1982 e insta a la ONU a tomar medidas para esclarecer su paradero.

El viernes, se cumplieron 43 años desde que Seyed Mohsen Musavi, encargado de negocios de Irán; Ahmad Motevaselian, agregado de la embajada iraní en el Líbano; Kazem Ajavan, periodista de la agencia iraní de noticias IRNA y Taqi Rastegar, asesor técnico de la embajada, fueron secuestrados [4 de julio de 1982] por la milicia mercenaria libanesa—también conocida como falangistas— y colaboradores del ejército de ocupación israelí cuando estaban de misión en Beirut.

El representante permanente de Irán ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Amir Said Iravani, responsabilizó el sábado al régimen de Israel y sus patrocinadores por el secuestro del mencionado grupo y pidió a la ONU, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) tomar medidas para aclarar el caso y obligar a Israel a rendir cuentas por este “acto terrorista”.

“Esta acción deliberada e ilegal no solo constituye una violación clara del derecho internacional y una infracción grave de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961, sino que, conforme a la Convención Internacional contra la Toma de Rehenes de 1979, también representa un claro acto de terrorismo”, dijo Iravani en cartas separadas enviadas a la ONU, el CSNU y el CICR.

 

Denunció que la continua negativa del régimen israelí a proporcionar cualquier información sobre el destino de los secuestrados “constituye una violación deliberada de sus obligaciones internacionales y representa una forma continua de desaparición forzada, que ha causado un profundo y persistente sufrimiento psicológico y emocional a las familias de las víctimas”.

El embajador iraní ante la ONU recordó el historial negro de Israel en ignorar y violar los principios fundamentales del derecho internacional al atacar el consulado iraní en Damasco, capital siria, el 1 de abril de 2024, lo cual dejó varias víctimas, entre ellos siete asesores militares iraníes.

“El ataque intencionado contra la sede diplomática de un Estado soberano en la capital de un tercer país, protegida plenamente por el derecho internacional, vuelve a poner de manifiesto el rostro brutal de este régimen”, dijo.

Denunció que Israel continúa perpetrando estos actos ilegales, “actuando con total impunidad y en contravención del derecho internacional, incluyendo la Carta de la ONU, las Convenciones de Viena sobre relaciones diplomáticas y consulares, así como las normas consuetudinarias internacionales que garantizan la inviolabilidad de locales y representantes diplomáticos.

Enfatizó, además que el desprecio del régimen por sus obligaciones jurídicas vinculantes y por las normas imperativas del derecho internacional “constituye una amenaza directa a la paz y la seguridad internacionales”.

Iravani concluyó solicitando a la ONU establecer “una comisión especial, bajo su supervisión, con el fin de investigar este secuestro y determinar el paradero de los diplomáticos iraníes desaparecidos”.

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