El vicepresidente iraní para Asuntos Parlamentarios, Seyed Mohamad Hoseini, ha destacado este domingo la masiva presencia en las marchas del 4 noviembre, celebradas en Irán con el motivo del Día del Estudiante y el Día Nacional de la Lucha contra la Arrogancia, efemérides que recuerdan la toma de la embajada de EE.UU. en Teherán (capital persa) en 1979 por un grupo de estudiantes iraníes.
Conforme a Hoseini, la razón principal de la gran asistencia del pueblo persa a estas marchas fue dar una respuesta a los perpetradores de los recientes disturbios, realizados con el apoyo de EE.UU. y sus partidarios.
En efecto, ha proseguido el funcionario, tal y como indicó el Líder de la Revolución Islámica, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, la mano extranjera ha sido completamente obvia en los recientes hechos contra la estabilidad del país
“Sus medios también han actuado como sala de guerra y promueven la máxima violencia para socavar la seguridad y la economía del país [...] Por supuesto, sus líderes saben que el sistema islámico, con el apoyo de la nación, es mucho más fuerte para ser debilitado por estos movimientos”, ha añadido.
Este mismo domingo, por medio de una carta dirigida al presidente del Poder Judicial de Irán, Qolam Hosein Mohseni Eyei, los legisladores han condenado los recientes disturbios en el país y han exigido una respuesta contundente a los elementos del vandalismo, en especial, contra los principales instigadores de los disturbios.
Las autoridades iraníes ven las huellas de Estados Unidos, Israel y varios Estados regionales y europeos en los recientes actos vandálicos y aseguran que actuarán con firmeza ante los que atentan contra la seguridad y la paz de Irán.
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