“El intento del enemigo de crear sedición en el país se debe a la sensación de peligro por la autoridad y el progreso del sistema [de la República Islámica de Irán]”, ha afirmado Raisi en declaraciones en una reunión con su Gabinete este miércoles.
El jefe del Gobierno iraní se ha referido a sus recientes reuniones con los líderes de diferentes países, al margen del 77.º periodo de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU), diciendo que todos ellos reconocieron los avances de Irán en varios campos y expresaron la necesidad de beneficiarse de estos desarrollos.
Por tanto, ha señalado la importancia de preservar y promover esta autoridad, diciendo que el honorable poder de la República Islámica debe ser ostentado para que los enemigos conozcan y admitan más que antes esa grandeza.
Al mismo tiempo, ha indicado que la autoridad del sistema de la República Islámica se debe mostrar a la nueva generación de la sociedad iraní, para que estén orgullosa de ella.
A pesar de sufrir severas sanciones de parte de EE.UU. y de otros países occidentales en las últimas cuatro décadas, Irán ha conseguido considerables logros en diferentes ámbitos. Todos los avances científicos han convertido a la República Islámica en un ejemplo exitoso —tanto en la región de Asia Occidental, como en el mundo entero—, de un país que utiliza sus potenciales internos para el desarrollo.
Ante tal situación, los enemigos de la República Islámica han hecho esfuerzos infructuosos para crear caos en Irán. De hecho, en los últimos días, los occidentales han promovido violentos disturbios en el país persa, tras la muerte de la joven Mahsa Amini, en un hospital, después de desplomarse en una estación de policía.
Mientras el caso todavía está bajo la investigación, el Occidente se ha aprovechado de la situación, y ha intentado culpar a los agentes de Policía de la muerte de Amini, buscando desatar la ira contra el sistema de la República Islámica de Irán, recurriendo incluso a manipular la información hasta con montajes de vídeos.
Mientras tanto, miles de iraníes han salido a las calles del país para condenar los últimos actos vandálicos y expresar su lealtad a la Revolución Islámica y sus ideales.
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