El ministro del Interior de Irán, Ahmad Vahidi, visitó la noche del sábado un grupo de 11 miembros de la Fuerza de Resistencia Popular (Basich), ingresados en un hospital por las heridas provocadas por actos de violencia que incluyen ataques con cuchillos, espadas, granadas, atropellos con autos y lanzamiento de piedras.
Vahidi lamentó las lesiones que sufrieron las fuerzas de Basich y expresó su esperanza de que el Poder Judicial tratara a los principales perpetradores y líderes de estos disturbios de manera legal, rápida y contundente.
En los últimos días, se han registrado disturbios en el país persa después de que una joven, Mahsa Amini, tras ser llamada a una oficina de la Policía Moral, colapsara en la sala de espera y, en consecuencia, fuera declarada muerta en un hospital.
El incidente provocó que algunos iraníes salieran a las calles pidiendo justicia. Sin embargo, las protestas pacíficas y legítimas fueron secuestradas pronto por matones y alborotadores.
De hecho, los medios de comunicación occidentales intentaron culpar a los agentes de Policía de la muerte de Mahsa buscando desatar la ira contra el sistema de la República Islámica de Irán, recurriendo incluso a manipular la información hasta con montajes de vídeos.
Esto mientras, desde el primer día de la muerte repentina y sospechosa de Mahsa, las autoridades de alto rango de Irán, incluido el presidente del país, Seyed Ebrahim Raisi, el ministro del Interior, el presidente del Poder Judicial, Qolam-Husein Mohseni Eyei, y miembros del Parlamento, así como la Policía, han asegurado que el caso está bajo un seguimiento serio y todos los aspectos del incidente están siendo investigados minuciosamente.
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