Durante una reunión mantenida con el secretario general del Movimiento de la Yihad Islámica Palestina, Ziad al-Najala, el secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, Ali Shamjani, ha rechazado contundentemente el llamado ‘acuerdo del siglo’, impulsado por la Administración estadounidense, presidida por Donald Trump, para declarar Al-Quds (Jerusalén) como la capital de Israel y ha reiterado que los países conscientes de la región desbaratarán esta iniciativa.
El alto funcionario persa también ha afirmado que para la República Islámica de Irán apoyar sistemáticamente las metas de Palestina forma parte de los principios de su política exterior.
“Desde su fundación, la República Islámica de Irán ha estado al lado de la nación palestina y seguirá este camino, que se deriva de los pensamientos teológicos y creencias humanas, hasta la victoria”, ha declarado Shamjani.
Desde su fundación, la República Islámica de Irán ha estado al lado de la nación palestina y seguirá este camino, que se deriva de los pensamientos teológicos y creencias humanas, hasta la victoria”, declara el secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, Ali Shamjani.
Considerando la Gran Marcha del Retorno como un símbolo de la resistencia palestina, ha subrayado que los palestinos no abandonarán su tierra. Ha agregado que actualmente los defensores de la democracia se encuentran en una disyuntiva que mostrará si ellos apoyan los derechos del pueblo palestino o no.
El titular árabe, por su parte, ha relevado el apoyo de Irán y ha dicho que los palestinos continuarán su resistencia ante el régimen israelí, el Occidente y algunos Estados árabes hasta la victoria.
Las autoridades palestinas han denunciado en reiteradas ocasiones el llamado acuerdo del siglo, tildándolo de “bofetada del siglo” y de un supuesto plan de paz que ultima EE.UU. e Israel para destruir el proyecto nacional palestino.
Además, los palestinos han rechazado que la Administración estadounidense siga como mediador para la paz, después de que el inquilino de la Casa Blanca reconociera Al-Quds como la capital israelí y trasladara la embajada norteamericana a la urbe, a pesar del rechazo y las advertencias a nivel internacional.
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