Es la consideración expresada el jueves por el portavoz de la Cancillería iraní, Bahram Qasemi, en reacción a las recientes afirmaciones del secretario de Estado de EE.UU., Rex Tillerson, quien el martes llamó a Islamabad a dejar de apoyar a los talibanes y a la red terrorista Haqqani si quiere que no se le corte la asistencia financiera procedente de Washington.
En este contexto, el vocero iraní afirmó que EE.UU. acusa a otros países de terrorismo mientras que este flagelo es el resultado de la “política errónea” de Washington en Asia suroccidental, en particular en Afganistán y Paquistán.
Según el diplomático persa, el oportunismo de las estrategias de EE.UU., su unilateralismo y sus injerencias erradas en el suroeste de Asia no han tenido más resultado que una escalada de tensiones, así como el crecimiento del terrorismo y el extremismo.
“Los países de la región cuentan con las capacidades necesarias para cooperar en la lucha antiterrorista y crear estabilidad y seguridad. No necesitan las estrategias de desestabilización de EE.UU.”, enfatizó Qasemi.
Además de criticar las nuevas medidas de Washington respecto a Islamabad, el portavoz aconsejó al Gobierno estadounidense no intervenir en los asuntos internos de otros países ni tomar decisiones en su lugar.
Igualmente arremetió el martes contra EE.UU. el canciller paquistaní, Jawaya Mohamad Asef, por acusar a Islamabad de apoyar a terroristas. Asef sostuvo que Washington busca con sus acusaciones a Paquistán ocultar su derrota en Afganistán.
Después de casi 16 años de guerra, que se ha cobrado la vida de 2216 militares estadounidenses y decenas de miles de civiles afganos, los insurgentes talibanes controlan más del 40 por ciento del territorio afgano, lo que muestra la derrota de la estrategia de Washington en el país.
ftn/mla/snz/mkh
