Al-Maliki reconoció que el elemento clave del triunfo y la continuación de la Revolución Islámica de Irán ha sido el consistente y estrecho nexo de la nación con el fundador de la República Islámica, el Imam Jomeini (la paz sea con él) y, hoy en día, con el Líder, el ayatolá Seyed Ali Jamenei.
El segundo terremoto sucedió cuando el sistema recién establecido en Irán cerró el centro diplomático del régimen usurpador de Israel y, en su lugar, abrió la embajada de Palestina, una medida que a su vez fue innovadora”, resaltó Nuri al-Maliki, ex primer ministro de Irak.
“Esta relación es un ejemplo del que tenemos que aprender nosotros los iraquíes”, señaló Al- Malik, durante una ceremonia celebrada el jueves en la embajada de Irán en Bagdad, capital de Irak, con ocasión del 37º aniversario de la victoria de la Revolución Islámica (1979).
La Revolución Islámica de Irán —explicó Al-Maliki— ocurrió en una coyuntura global dominada por un sistema bipolar y en la que nadie creía en la victoria de este movimiento fuera de la dependencia de uno de los poderes de aquel entonces: Estados Unidos y la antigua Unión Soviética (URSS).
Resaltó también que la Revolución Islámica significó un “terremoto político a nivel mundial” y ha sido la única en el mundo que alcanzó la victoria en una de las etapas más sensibles de la historia y logró además la formación de un Gobierno.
“El segundo terremoto sucedió cuando el sistema recién establecido en Irán cerró el centro diplomático del régimen usurpador de Israel y, en su lugar, abrió la embajada de Palestina, una medida que a su vez fue innovadora”, indicó.
Al final de sus declaraciones describió el Gobierno de la República Islámica de Irán como uno de más poderosos y avanzados de la región, e incluso, del mundo y deseó al país persa más desarrollo y éxitos.
Ayer (jueves) diferentes partes del territorio iraní fueron escenario de la marcha de millones de personas para conmemorar el triunfo de la Revolución Islámica que puso fin a la monarquía dictatorial Pahlavi, respaldada por Estados Unidos. Los iraníes, mediante una resolución, reiteraron su compromiso con los ideales de la Revolución Islámica.
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