Los manifestantes se concentraron en la céntrica plaza San Martín para denunciar que el indulto concedido por el presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski, al exdirigente Alberto Fujimori, es un acto de impunidad.
Entre los asistentes a este acto, celebrado en la noche del 24 de diciembre, se encontraban familiares de las víctimas de las matanzas por las que Fujimuri fue condenado en 2009 a pasar 25 años de cárcel por delitos contra los derechos humanos.
Por considerar esta decisión presidencial como un indulto político a la persona que rigió al país durante una década (1990-2000), más que por razones humanitarias, los parientes de los asesinados y desaparecidos anunciaron que recurrirán a instancias internacionales con el fin de anularlo.
Pues, según afirman, Fujimori, de 79 años, debe cumplir la totalidad de la condena a la que fue sentenciado por su responsabilidad en los delitos de asesinato con alevosía, secuestro agravado y lesiones graves, tras ser hallado culpable intelectual de las matanzas de Barrios Altos, en 1991, y La Cantuta, en 1992.
Fuerzas democráticas en Congreso evitamos regreso de la dictadura. Ahora con componendas de toma y daca el mismo PPK entrega su cabeza en bandeja de plata a Alberto Fujimori y por tanto a la prepotencia y corrupción. Este presidente y su gobierno dejan mucho que desear. NoIndulto
— Yonhy Lescano (@yonhy_lescano) December 25, 2017
Los presentes en la movilización exhibieron pancartas que calificaron el indulto como un “insulto” y a Kuczynski como un “traidor” y “cómplice del criminal”.
Denunciaron, asimismo, que la gracia presidencial concedida por Kuczynski es ilegal y, tras señalar que se trata de un pacto político entre el fujimorismo y el presidente, los indignados advirtieron que detrás de esta jugada política solo se esconde el interés del gobernante para que pueda continuar en el sillón presidencial.
La decisión Kuczynski también provocó diferentes tipos de reacciones negativas de políticos y congresistas, quienes convergieron en que la resolución es un pacto de impunidad y una violación a los derechos humanos.
La condonación a Fujimori por razones de salud se anuncia días después de que Kuczynski, se salvara de ser destituido por el Congreso de Perú, acusado por la oposición de tener vínculos con la trama de corrupción de la constructora brasileña Odebrecht.
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