El fenómeno migratorio ha caracterizado a la región centroamericana, en los años ochenta motivado principalmente por la inestabilidad política de sus países y en la actualidad guarda una estrecha relación con la falta de oportunidades y el alto grado de violencia.
Según cifras del Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral (Mitradel), en Panamá unos 65.000 trabajadores extranjeros han logrado formalizar su estatus laboral durante los últimos 15 años, sin embargo se estima que otros 50.000 se encuentran trabajando en el país de manera informal.
El bienestar económico reflejado por el país del Canal, lo ha convertido en un destino predilecto para los migrantes, que en el afán de cambiar su estilo de vida se arriesgan a la explotación de grupos empresariales, de los que, según datos del Mitradel, unos 170 han sido multados hasta la fecha por incumplir con leyes locales en materia laboral.
República Dominicana, Venezuela o Colombia, fueron las nacionalidades que mayormente gestionaron autorización de trabajo en Panamá durante 2017, año en que las autoridades otorgaron un total de 26.306 permisos a trabajadores extranjeros, marcando una disminución del 3.1 % respecto a 2016.
John Alonso, Ciudad de Panamá.
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