“Hemos demostrado la flexibilidad necesaria y hemos acordado la liberación de diez prisioneros israelíes. Los temas centrales siguen siendo objeto de negociación, en particular: el flujo de ayuda, la retirada de la ocupación de la Franja y la provisión de garantías genuinas para un alto el fuego permanente”, reza un comunicado recogido el miércoles por el diario Palestine, vinculado a HAMAS.
El movimiento anunció en la nota que sus líderes estaban realizando “intensos esfuerzos” para garantizar el éxito de las conversaciones indirectas con Israel para alcanzar un alto el fuego permanente, y dijo que el grupo estaba decidido a seguir trabajando con los mediadores “con diligencia y espíritu positivo” para superar los obstáculos.
Enfatizó además su compromiso de alcanzar un acuerdo que ponga fin a los ataques israelíes, garantice el libre flujo de ayuda humanitaria y alivie las graves condiciones humanitarias provocadas por la combinación del genocidio y el asedio casi total impuesto por Israel a la Franja de Gaza.
“Seguimos trabajando incansablemente para poner fin al sufrimiento de nuestro pueblo y garantizar sus aspiraciones de libertad, seguridad y una vida digna”, concluyó el comunicado.
El anuncio se produjo después de que Steve Witkoff, enviado especial del presidente estadounidense para Asia Occidental, expresara el martes su esperanza de que las partes logren un alto el fuego de 60 días para finales de semana.
Witkoff indicó que el acuerdo propuesto incluiría la liberación de hasta 10 retenidos israelíes vivos, junto con los restos de otros nueve por parte de HAMAS, sin describir medidas concretas que aborden directamente la difícil situación de los palestinos en Gaza, quienes han sufrido casi 21 meses de un genocidio.
Los esfuerzos para negociar una tregua en Gaza han enfrentado repetidos reveses. Un alto el fuego que entró en vigor en enero fracasó a mediados de marzo, después de que las fuerzas israelíes no solo reanudaran, sino que intensificaran sus operaciones en la Franja.
Informes de funcionarios israelíes y palestinos sugieren que Netanyahu se ha resistido a las medidas para un alto el fuego duradero, considerando la continuación de las operaciones militares como políticamente ventajosa.
El exjefe del Shin Bet, la agencia de espionaje del régimen, Ronen Bar, y otros funcionarios israelíes han reconocido que prolongar la guerra podría favorecer los esfuerzos de Netanyahu por mantenerse en el poder.
En múltiples ocasiones, Netanyahu ha afirmado que solo mediante la continuación de la guerra el régimen sería capaz de devolver a los retenidos que permanecieron en Gaza, algo que ha rechazado categóricamente HAMAS.
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