En un informe basado en testimonios de soldados y comandantes israelíes, el rotativo israelí Haaretz ha divulgado el martes que el ejército israelí está utilizando sistemáticamente a civiles palestinos, incluidos ancianos y adolescentes, como escudos humanos para inspeccionar los túneles y los edificios en la Franja de Gaza antes de que entren los soldados israelíes.
“Es mejor que sean ellos (los palestinos) los que exploten y no los soldados (israelíes)”, dijeron funcionarios del ejército israelí.
Esta práctica inhumana y prohibida se lleva a cabo con el pleno conocimiento de altos funcionarios militares, incluido el jefe del estado mayor del ejército, Herzi Halevi, afirma la investigación.
“Dijeron (los militares de alto rango israelíes) que nuestras vidas son más importantes que las de ellos, que al final es mejor que nuestros soldados estén vivos a que estallen con un artefacto explosivo”, han aseverado algunos de los soldados israelíes, citados por el diario hebreo.
La investigación indica que, para servir de escudos humanos a los soldados israelíes, obligan a los civiles palestinos, muchos de ellos entre 20 y 30 años, a llevar uniformes del ejército israelí. Esto mientras “la mayoría lleva zapatillas deportivas, no botas militares. Tienen las manos esposadas a la espalda y sus rostros reflejan miedo”, dice el periódico.
Estas prácticas se han estado llevando a cabo de manera repetitiva contra civiles palestinos que han sido detenidos de manera específica para este fin.
Desde el pasado octubre, Israel desató una guerra genocida contra los palestinos en Gaza tras su derrota en la operación sorpresa denominada ‘Tormenta de Al-Aqsa’, llevada a cabo por el Movimiento de Resistencia Islámica Palestina (HAMAS). Hasta el momento, Israel ha asesinado casi 40 000 palestinos y unas 92 000 personas han resultado heridas por ataques israelíes.
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