El viernes, Washigton vetó la resolución del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas /CSNU) para la tregua, y este sábado, aviones de combate israelíes han atacado Gaza con implacables bombardeos, alcanzando más de 450 objetivos en el territorio bloqueado durante las últimas 24 horas, según el ejército del régimen.
El director de las Naciones Unidas en HRW, Louis Charbonneau, ha condenado la decisión de Estados Unidos. “Al continuar proporcionando a Israel armas y cobertura diplomática mientras comete atrocidades, incluido el castigo colectivo a la población civil en Gaza, EE.UU. corre el riesgo de ser cómplice de crímenes de guerra”, ha subrayado tal director en un comunicado.
La cifra total de muertos en las últimas 24 horas aún no es clara, pero dos hospitales en el centro y sur de Gaza han recibido los cuerpos de 133 personas después de las ofensivas.
El Ministerio de Sanidad de Gaza informa que, durante un período de 24 horas, 71 muertos y 160 heridos llegaron al hospital Al-Aqsa en Deir al-Balah, comentando que 62 cadáveres también fueron trasladados al hospital Naser en la ciudad sureña de Jan Yunis.
“Creemos que el número de mártires bajo los escombros podría ser mayor que el de los recibidos en los hospitales”, ha declarado a la agencia de noticias Reuters el portavoz del ministerio, Ashraf al-Qidra, publicando imágenes que muestran enormes daños.
La Cartera también ha exigido una apertura urgente del paso de Rafah para salvar las vidas de unas 7000 personas que han resultado heridas en las últimas 24 horas, afirmando que “Los palestinos están muriendo en Gaza y no se les permite recibir tratamiento en el extranjero. Esto es indignante”.
El director general del Ministerio de Sanidad, Munir al-Barsh, ha indicado que hay más de 46 000 personas heridas en Gaza, pero sólo a 388 de ellas se les permitió salir por el cruce de Rafah.
Al respecto, familias en el norte de Gaza han publicado mensajes en Internet pidiendo a los equipos de emergencia entrar en la ciudad de Gaza para rescatar a sus seres queridos que aún estaban atrapados allí.
“Los ataques desde aire, tierra y mar son intensos, continuos y generalizados”, avisó el viernes el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, al Consejo de Seguridad antes del veto estadounidense a la resolución.
A los residentes de Gaza “se les dice que se muevan como bolas de pinball humanas, rebotando entre franjas cada vez más pequeñas del sur, sin nada de lo básico para sobrevivir”, Guterres advirtió que Gaza se encontraba en un “punto de ruptura” y que el sistema de apoyo humanitario corría riesgo de colapsar, añadió también que “las consecuencias pudieran ser devastadoras para la seguridad de toda la región”.
El presidente palestino, Mahmud Abás señaló que el veto estadounidense a la resolución ha provocado indignación en todo el mundo y convertía a Washington en “cómplice” de los crímenes de guerra en Gaza.
El representante palestino ante la ONU, Riyad Mansour, también condenó a Washington por bloquear un alto el fuego en Gaza, diciendo: “Si apoyas (esta guerra) estás apoyando crímenes contra la humanidad. Este es un día terrible para el Consejo de Seguridad”, afirmó Mansour, describiendo el veto como “un punto de inflexión en la historia”.
“Nuestros colegas de Estados Unidos han dictado literalmente ante nuestros ojos una sentencia de muerte a miles, si no decenas de miles, de civiles más en Palestina”, dijo el enviado adjunto de Rusia ante la ONU, Dmitry Polyanskiy.
Desde luego, el enviado de Israel ante la ONU, Gilad Erdan, elogió a Washington “por permanecer firmemente a nuestro lado”.
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