Este sábado, la Organización de Cooperación Islámica (OCI) celebra en Riad (capital de Arabia Saudí), una cumbre de jefes de Estado para discutir las formas de poner fin al brutal ataque israelí contra Gaza, que, en 35 días, desde el 7 de octubre, ha dejado más de 11 000 muertos.
El conjunto de 57 países se ha pronunciado frecuentemente en contra de los ataques contra civiles en Gaza y ha arremetido, recientemente, contra la amenaza de un ministro israelí extremista de utilizar armas nucleares contra la Franja de Gaza, diciendo que refleja “el terrorismo organizado y el crimen de genocidio cometido diariamente por la ocupación israelí”.
Sin embargo, los líderes musulmanes, especialmente aquellos que en los últimos años han abierto canales de comunicación con Tel Aviv, tienen que definir su postura: defender lo indefendible, como EE.UU. y otros países occidentales, o tomar lo correcto camino.
A la cumbre también asistirá el presidente de Irán, Seyed Ebrahim Raisi. Será la visita oficial al reino árabe de un jefe de Gobierno iraní desde 2012, consolidando aún más el acuerdo de normalización negociado por China entre Teherán y Riad firmado en marzo. De hecho, Irán fue el primer país en convocar a la cumbre de la OCI para discutir el ataque israelí contra Gaza.
Los miembros de la OCI difieren sobre la solución definitiva al conflicto palestino, pero están en la misma línea sobre lo que se debe hacer con urgencia, que es un alto el fuego.
No hay factor más fuerte que Palestina para unir al mundo musulmán, y en momentos en que las atrocidades israelíes han alcanzado niveles casi sin precedentes, esta cumbre podría ayudar a la OCI a recuperar su papel como bloque político y económico sólido que se estableció para proteger los intereses de las naciones musulmanas.
En el contexto actual, detener el derramamiento de sangre salvaría miles de vidas palestinas y también significaría la victoria de la resistencia palestina, lo que a su vez empujaría a Israel a detener sus ataques genocidas y admitir la derrota.
Al mismo tiempo, los Estados miembros de la OCI podrían tener reservas políticas, económicas o estratégicas sobre las propuestas, particularmente considerando la influencia que Occidente ejerce sobre ellas. En particular, Arabia Saudí probablemente se vería frenada por su deseo de proteger sus relaciones con Estados Unidos.
Pero si anuncian un apoyo inquebrantable a Palestina y expresan su disposición a pagar el costo de las medidas prácticas contra Israel, pueden allanar el camino hacia una solución justa y duradera del conflicto de larga data a favor de los palestinos.
Un acuerdo de este tipo también restauraría la credibilidad de la OCI y le permitiría ganar una posición internacional más fuerte para poder hacer aquello para lo que fue creada.
La creación de la OCI en 1969 fue provocada por un ataque incendiario contra la Mezquita de Al-Aqsa, y ahora el conflicto por el tercer lugar más sagrado del Islam puede volver a unir al mundo musulmán en torno a la causa palestina y ser un punto de inflexión en la historia del conflicto palestino.
La cumbre de este sábado podría ayudar a la OCI a recuperar su papel como bloque político y económico sólido que se estableció para proteger los intereses de las naciones musulmanas.
Los muertos en Gaza durante los 35 días de bombardeos israelíes se elevaron el viernes a 11 078, entre ellos 4506 niños, 3027 mujeres y 678 ancianos, mientras que 27 490 personas resultó con lesiones de distinta gravedad, detalló el portavoz del Ministerio de Sanidad del enclave, Ashraf al-Qudra.
Al-Qudra precisó que, en las últimas horas de esa jornada, Israel “cometió 12 grandes masacres, cobrándose la vida de 260 personas”, mientras que hay al menos 2700 desaparecidos, entre ellos 1500 niños “que aún están bajo escombros”.
ncl/mkh