• El embajador y representante permanente de Irán ante la ONU, Amir Said Iravani.
Publicada: sábado, 15 de noviembre de 2025 0:22

El representante de Irán ante la ONU ha asegurado que quienes incumplieron el PIAC no pueden invocar sus disposiciones, y ha enfatizado que su país “no se someterá a la coerción”.

El embajador y representante permanente de Irán ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Amir Said Iravani, ha declarado este viernes en la Asamblea General, durante el debate sobre el informe de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), que los informes de la agencia “deben mantenerse siempre profesionales, basados en hechos y libres de influencias políticas”, al subrayar que la credibilidad de la agencia depende de su imparcialidad.

Iravani ha defendido el carácter “esencial e insustituible” de la energía nuclear para el desarrollo, y ha recordado que la transferencia tecnológica prevista en el TNP. “Ha sido un derecho inherente e inalienable, y no un privilegio”, ha enfatizado. También ha advertido que instrumentalizar las preocupaciones sobre proliferación para restringir los derechos de los países en desarrollo constituye “una violación grave del TNP”.

El diplomático ha denunciado que algunos Estados imponen restricciones a las tecnologías nucleares pacíficas mientras “proporcionan armamento al régimen sionista, que no es parte del TNP y posee un arsenal clandestino”, un “doble rasero” que —según ha dicho— socava el régimen de no proliferación.

Iravani ha afirmado que el mundo “ha sido testigo de un acto profundamente criminal y agresivo en junio de 2025”, cuando Israel atacó instalaciones nucleares iraníes bajo salvaguardias, causando víctimas civiles y daños graves y ha añadido que Estados Unidos “se sumó a estas agresiones” el 22 de junio, en violación del derecho internacional, la Carta de la ONU y la resolución 487 del Consejo de Seguridad de la ONU (CSNU).

El representante iraní ha insistido en que Irán “no ha violado ni el TNP ni el PAIC” a pesar de sabotajes, sanciones y ataques, y ha destacado que “la suspensión de algunas inspecciones ha sido consecuencia directa de los ataques armados”, tal como lo han confirmado informes del director general de la AIEA. Por ello, considera necesario establecer un nuevo marco que proteja al personal e instalaciones nucleares en situaciones de agresión.

 

También ha recordado el memorando de entendimiento firmado con la AIEA en septiembre de 2025, que buscaba encauzar la cooperación técnica, aunque —según ha denunciado— fue “socavado” por Estados Unidos y los tres países europeos.

Sobre la activación del mecanismo de reimposición de sanciones, Iravani ha calificado el “snapback” como una medida “ilegal e imprudente”, y ha señalado que los países europeos, al incumplir el Plan de Acción Integral Conjunta (PAIC o JCPOA, por sus siglas en inglés), y la resolución 2231, “carecen de base jurídica” para invocar dicho procedimiento recordando que la resolución expiró de forma permanente el 18 de octubre de 2025.

Finalmente, ha asegurado que “Irán nunca se someterá a amenazas ni coerción”, y ha aclarado que ni la agresión militar ni el “terrorismo económico” harán que el país renuncie a sus derechos legítimos.

La guerra de 12 días estalló el 13 de junio, cuando Israel lanzó una agresión sin motivo contra el país persa, atacando instalaciones militares, nucleares y civiles en Teherán y otras ciudades, lo que dejó alrededor de 1100 muertos, entre ellos varios altos mandos militares y destacados científicos nucleares. A los ataques israelíes se unió una semana después Estados Unidos, bombardeando tres sitios nucleares clave.

Irán respondió la agresión con fuerza lanzando cientos de misiles balísticos y drones contra objetivos estratégicos israelíes en los territorios ocupados en el marco de la operación ‘Verdadera Promesa III’, así como la base aérea de Al-Udeid en Catar, la mayor base militar estadounidense en Asia Occidental.

El 24 de junio, Irán, mediante sus exitosas operaciones contra el régimen israelí y Estados Unidos, logró detener el asalto ilegal, imponiendo un alto el fuego a los agresores.

zbg/rba