Según fuentes palestinas, un grupo de soldados israelíes, acompañados por unidades de ingeniería, atacaron el martes la ciudad de Nablus, en la Cisjordania ocupada, y rodearon el campamento de refugiados palestinos Askar y dinamitaron la casa del mártir palestino Abdel Fattah Kharushah.
El pasado marzo, Abdel Fattah Kharushah fue asesinado a tiros por soldados israelíes acusados de llevar a cabo una operación en febrero pasado y matar a dos sionistas.
Testigos presenciales dijeron que el conflicto entre los residentes de este campo y los soldados israelíes tuvo lugar alrededor de la casa del mártir palestino y duró varias horas.
The massive destruction left behind Israeli forces after they blew up the house of Palestinian man Abdel Fattah Kharousha. pic.twitter.com/CJFG2olwCG
— AlKofiya News (@AlKofiyaorg) August 8, 2023
De acuerdo con la agencia de noticias palestina WAFA, las fuerzas israelíes obligaron a unos 60 ciudadanos palestinos, incluidos 20 niños de los residentes de las casas cercanas, a abandonar sus hogares.
Por otro lado, el ejército sionista arrestó a 27 palestinos en diferentes puntos de la Cisjordania ocupada, incluidas 12 personas de la aldea de Kobar, en el noroeste de la ciudad de Ramalá.
La Organización de Naciones Unidas (ONU), la Unión Europea (UE) y muchas organizaciones internacionales pro derechos humanos han exigido a Israel, como “potencia ocupante”, detener la demolición y confiscación de casas de los palestinos, avisando que esta política, sumada a la ampliación de las colonias ilegales en tierras palestinas, tiene como consecuencia una mayor violencia de los colonos contra los palestinos.
Sin embargo, las autoridades israelíes hacen oídos sordos a las críticas internacionales y de los palestinos, alegando que están en todo su derecho.
Según los palestinos, estos esfuerzos se enmarcan en el proyecto para judaizar las urbes, eliminar su identidad islámica y lanzar una limpieza étnica.
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