Los inmigrantes llegaron ayer miércoles al aeropuerto Ben Gurion, en Tel Aviv, en un vuelo especial de aliyá (traslado a los territorios palestinos) fletado por Nefesh B'Nefesh (NBN), una organización sionista que opera en los Estados Unidos, Canadá y el Reino Unido, y cuyo principal objetivo es promover la emigración judía a los territorios ocupados.
El Canal 7 de la televisión israelí ha informado de que los colonos llegaron a bordo de un avión privado y de que en el grupo había 30 familias, con 90 niños y 57 futuros soldados solitarios.
En el aeropuerto se celebró una ceremonia especial de bienvenida a la que acudieron más de mil invitados, amigos y familiares.
En los últimos años, el régimen de ocupación israelí ha intensificado sus esfuerzos para persuadir a los judíos residentes en Europa y América del Norte para que se muden a los territorios palestinos.
Palestina acusa al régimen de Tel Aviv de intentar mantener la superioridad demográfica israelí en los territorios ocupados y denegar el derecho imprescriptible de los palestinos refugiados en otros países árabes a regresar a su tierra natal.
En julio, emigraron a los territorios palestinos 232 judíos, incluidos 27 niños menores de 17 años, 34 familias, seis futuros soldados y 15 médicos profesionales.
Durante 2017, Israel dio la bienvenida a más de 29 000 nuevos inmigrantes, la mayoría de ellos procedentes de Rusia y Ucrania. Desde 1948 han hecho aliyá alrededor de 3,5 millones de personas, lo que representa el 42 por ciento de la población total.
Desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca en enero de 2017, los israelíes han acelerado el ritmo de construcción de sus colonias, que según las Naciones Unidas son “ilegales” y obstaculizan la paz.
Al respecto, los medios israelíes informaron ayer miércoles de un plan aprobado por las autoridades de ocupación para construir 20 000 nuevas viviendas en los asentamientos de Al-Quds.
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