Durante su alocución en la Conferencia de Seguridad de Múnich (MSC), Poroshenko ha urgido a “mantener las sanciones económicas” impuestas a raíz de la anexión rusa de la península de Crimea porque “están funcionando” y hay que “reforzar la capacidad de resistencia de Ucrania”.
A juicio del mandatario ucraniano, “Rusia tiene ambiciones imperialistas” y su “guerra híbrida”, en relación al empleo combinado de tácticas militares, propagandísticas y de desinformación, se está haciendo global.
“Hoy, no hay nada que podamos hacer, sino reconocer que la guerra híbrida que está librando Rusia se está convirtiendo gradualmente en la guerra híbrida mundial”, ha dicho Poroshenko.
El jefe de Estado de Ucrania también ha pedido a sus aliados occidentales que sean firmes en salvaguardar sus valores, que defiendan “la verdad” frente a la propaganda y las mentiras del Kremlin, que se olviden de cualquier “ilusión” sobre los intereses de Moscú y que no se dejen llevar por las voces que piden tratar de “entender” a Rusia.
Hoy, no hay nada que podamos hacer, sino reconocer que la guerra híbrida que está librando Rusia se está convirtiendo gradualmente en la guerra híbrida mundial”, dice el presidente de Ucrania, Petro Poroshenko.
Rusia y el Occidente siguen sin poder superar las tensiones que surgieron después de la crisis de Ucrania y la anexión de Crimea a Rusia en 2014 en un referéndum no reconocido internacionalmente, una situación que se agudizó con la posterior militarización de Europa por parte de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), con Estados Unidos a la cabeza.
La anexión de Crimea por parte de Rusia ha desencadenado oleadas de sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea (UE), dirigidas a funcionarios, empresas y sectores económicos rusos.
Kiev insiste en acusar a Moscú de interferir en los asuntos internos de Ucrania, mientras que Rusia subraya que no es parte del conflicto en Ucrania y que desea que el país vecino supere cuanto antes la crisis.
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