Ante las acusaciones y amenazas desde Estados Unidos hacia México y China por la crisis del fentanilo, el gobierno mexicano continúa trabajando de su lado de la frontera, en tanto que desde China, sus autoridades brindan apoyo y repudio hacia las intenciones injerencistas estadounidenses.
La semana pasada, el Gobierno de Estados Unidos anunció que aumentará las sanciones para impedir el acceso de los traficantes de fentanilo a su sistema financiero y que “liderará” un esfuerzo global contra este flagelo. Mientras que en una reunión bilateral de alto nivel, ninguno de los gobiernos pudo ponerse de acuerdo sobre la procedencia de la producción ilícita de fentanilo.
Desde la administración de Joe Biden, insisten en que saben que los precursores llegan a México desde China y advierten sobre la posibilidad de que en México ocurra la misma crisis por la que están atravesando los estadounidenses.
Las autoridades mexicanas insisten en que la prioridad debe ser la atención a las causas de la crisis de adicción al fentanilo, al tiempo en que agudizan sus esfuerzos para frenar no solo el tráfico de drogas proveniente de México, sino también el tráfico de armas desde los Estados Unidos.
Sara Morales Gallego, Ciudad de México.
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